"Cuando alguien, viendo la hermosura de este mundo y acordándose de la verdadera, toma alas y, una vez alado, deseando emprender el vuelo y no pudiendo, dirige sus miradas hacia arriba como un pájaro y descuida las cosas de esta tierra, se le acusa de estar loco"

Platón

domingo, 7 de noviembre de 2010

Sábado 6 de noviembre de 2010. Arcones

Vuelo 23
Nunca imaginé que en pleno noviembre fuésemos a disfrutar de un día de vuelo tan fantástico como el que íbamos a tener este día, este otoño parece que esta siendo bastante suave, sobre todo si lo comparamos con el horrible otoño-invierno de la temporada pasada.
El viernes me llamo Pablo para decirme que había quedado con Procu, al que le había dado un ataque agudo madrugador, a las 9:15 en el local para gran "alegría" de las hijas de Pablo, le dije que me apuntaba pero que iría más tarde pues estaba en Villalba, entonces Pablo se ofreció a llevarme mi ala lo que le agradecí infinitamente pues me evitaba el madrugón y bastantes kilómetros de más. También hablé con Alberto y David que habían quedado en Arcones a la una de la tarde.
Llegué a Arcones hacia las 11 y allí estaban ya Procu y Pablo con Ana y las niñas, poco después llegaron Antonio y Carlos y nos subimos al despegue.

El despegue, igual que la última vez, estaba tomado por los parapentistas así que nos pusimos a montar en el extremo oeste, a la altura de las rocas. Poco después llegaron Alberto y David con Silvia y Marta y muchos otros pilotos como Coci, Gabi, Valín, Carlos Puñet... las condiciones estaban perfectas y todo apuntaba a un día disfrutón . Acabé de montar y me puse a esperar a que se despejara el despegue, pues estaba muy encajonado entre muchas alas, y además no quería despegar en ese punto pues no me fiaba del rotor que podían estar formando las rocas, Carlos se dispuso a despegar allí mismo y le pregunté al Procu si no podía encontrase con el rotor despegando allí, pero no le dio mucha importancia. Nada más despegar Carlos empezó a pegar bandazos, lo que me confirmó mi idea de que la zona estaba rotorizada, poco después despegó Pablo, no vi su despegue pero el Procu que lo vio me dijo que se iba a despegar a la zona buena y que yo hiciese lo mismo, algo que ya tenía claro desde el principio. Por lo visto Pablo tuvo un despegue bastante durillo.
Tras desplazarme a la zona fuera de la influencia de las rocas, despegué sin problemas, la ladera funcionaba bien aunque tampoco se subía demasiado sobre la cuerda. Me fui directamente hacia Navafría, en el camino Pablo me dio una pasada por abajo que me mostró la diferencia de velocidad entre mi Sport 2 y su Discus. El día estaba espectacular, sin turbulencia y con una luz preciosa, por toda la ladera te ibas cruzando con parapentes, alas, buitres y hasta dos planeadores.

Llegando a Navafría me costó superar el último pico que hay antes de que la cuerda empiece a bajar hacia el puerto, justo delante de ese pico hay una pequeña vaguada donde me hundía, así que me di la vuelta varias veces para recuperar altura. En una de esas me crucé con Valín y decidí seguirlo para que me facilitase el camino, al llegar al punto de la descendencia Valín se abrió un poquito más hacia el valle y pasó sin problemas y yo detrás de él.
Así discurrió la mañana, recorrí el tramo de ladera entre el despegue y Navafría unas tres veces, aprovechando para hacer pruebas con el ala, picando a tope en algunos tramos, practicando pérdidas etc. Volé algunos ratos junto a Pablo y otros con David y con Valín y disfruté como un enano.
A la hora y media de vuelo empece a tener frío y me fui hacia la campa. Allí había algo de viento del oeste lo que me facilitaría el aterrizaje pues media campa estaba tomada por parapentistas haciendo prácticas con las velas. Hice una buena aproximación y un aterrizaje decente.
En el aterrizaje estaba todo el mundo contentísimo con sus vuelos, todos disfrutamos un montón y sobre todo David que en su tercer vuelo en Arcones se pegó un laderón de hora y media.Al igual que el último día la única nota discordante la pusieron algunos parapentistas que invadían la zona de aterrizaje, alguno incluso llegó a enfadarse después de que le llamaran la atención tras provocar que Pablo tuviera que empujar fuerte en el último momento para no chocar con él.
Fue uno de los vuelos que más he disfrutado, más que por las condiciones, por el ambiente y la compañía, todo un lujazo. Finalmente quiero dar mil gracias al Procu y a Pablo que me trajeron y se llevaron de vuelta el ala.

lunes, 18 de octubre de 2010

Sábado 16 de Octubre de 2010. Arcones.

Vuelo 22

Me había hecho a la idea de que no volaría este fin de semana, pero la noche del viernes recibí un mensaje de Pablo diciéndome que iría a Arcones, lo que me hizo cambiar de planes rápidamente.
La predicción era perfecta 11km/h del norte y el día en Madrid era buenísimo, despejado y con una temperatura muy agradable, pero en Arcones nos encontramos con unas condiciones totalmente distintas, unos 8º de temperatura y nubes bajas que cubrían totalmente el despegue. Sin embargo había mucho ambiente pues había prueba de la liga centro de parapente, y lo mejor, que había también muchos pilotos de delta.
Para hacer tiempo mientras esperábamos a que levantasen las nubes estuvimos dando un paseo por el pueblo con Pablo, Antonio, Enrico y familias y aprovechamos para comer algo y charlar con los pilotos de ala delta que iban llegando, nunca había visto en Arcones tantas alas delta excepto en el nacional de 2005.
En cuanto vimos que se despejaba un poco el despegue nos subimos y nos lo encontramos totalmente tomado por los parapentes, en la zona de arriba había algunas alas montando pero como el viento tampoco era muy fuerte decidimos quedarnos a montar en una esquina del despegue inferior. Según montábamos fueron despegando los parapentes y dejando libre el despegue.




Al terminar de montar me di cuenta de que me había dejado el vario en casa así que me tocaría volar a sentimiento. Aunque el viento no era muy fuerte, la ladera parecía funcionar pues los parapentes la estaban utilizando y las alas que habían despegado también se estaban enganchando. Hice un buen despegue e intenté sujetarme en la ladera camino de Navafría, estuve un rato rascando a media ladera pero no conseguí ganar altura así que decidí salirme hacia el valle para intentar encontrar alguna térmica. Noté alguna pero sin el vario fui incapaz de centrarlas así que acabé yéndome al aterrizaje. Hice una buena aproximación y un mal aterrizaje, osea en mi linea habitual.
Desmonté y me puse a charlar con la gente y a disfrutar del buen ambiente mientras esperaba a que aterrizase Pablo que acabó pegándose un vuelo de dos horas. Al rato aterrizó Eneko, al que me había encontrado por la mañana, con las manos heladas pues la verdad es que hacía bastante frío.
La campa estaba atestada de pilotos y el gran ambiente solo lo rompieron algunos parapentistas que se dedicaron a plegar sus velas en medio de la campa, en el mismo punto en el que aterrizaban, hubo un parapente biplaza que se cruzo en el planeo final de una ala delta, lo que obligo piloto del ala a improvisar y estuvo a punto de hacerle aterrizar en los árboles del principio de la campa. Luego me contaron que en el despegue también hubo algún incidente con algún parapentista que se dedicó a dar pasadas delante de una ala lista para despegar.
En resumen un mal vuelo, en cuanto a duración, pero un día muy agradable por el gran ambiente. Espero que el otoño se siga portando bien y nos permita algunos vuelos más.

lunes, 4 de octubre de 2010

Viernes 1 de octubre de 2010. La Muela

Vuelo 21

Como la predicción era de viento sur, aunque nos hubiera gustado ir a Arcones, quedé con Juan y con Alberto para ir a La Muela para intentar asegurar un vuelo.
Al llegar había viento suave que fue subiendo de intensidad según íbamos montando. Allí estaban Gabi y Carlos terminado de montar y otros dos pilotos a los que no conozco.
Mientras montábamos despegó Carlos que ganó altura rápidamente aunque al rato bajó bastante el viento y se tuvo que ir a la campa a aterrizar, poco después despegó Gabi al que le pasó lo mismo pero en el último momento comenzó a roscar una térmica débil que le devolvió a la ladera donde volvía a soplar fuerte, así que estuvo bastante tiempo haciendo ladera hasta que aterrizó arriba.
Justo cuando yo terminaba de montar llegó Alberto y poco después apareció David aunque no se trajo el ala pues no tenía confianza para volar con tráfico.



Una vez que montó Alberto nos dispusimos a despegar, me costó más de lo habitual manejar el ala en el suelo, había bastante viento, luego me di cuenta de que no tenía nada de tensión en el ala y a lo mejor esto influyó. Despegué ayudado por Gabi sin dar un solo paso y enseguida me puse por encima del despegue.
Había bastante tráfico, parapentes y avioncitos de radiocontrol, aunque a mi no me molestaron demasiado pues estuve casi todo el tiempo por encima, pero Alberto se quejaba del tráfico y a la media hora más o menos se fue a aterrizar, Juan se había bajado un poco antes pues estaba incomodo porque no había podido cerrar la cremallera del arnés. Al rato oí que Alberto le preguntaba a Juan que si estaba bien, así que me imaginé un aterrizaje durillo. Poco después me dijeron que me bajara a aterrizar pues había que llevar a Juan a que le dieran puntos en la barbilla donde se había hecho una buena brecha.
La aproximación fue un poco movidita y entré con velocidad, al final me faltó un pelín más de fuerza al empujar, cuando ya tenía el ala prácticamente parada tropecé con el suelo y acabe dando un barrigazo.
Davíd se llevó a Juan a Madrid a que le cosieran y yo me quede a recoger mi ala y la de Juan con la ayuda de Alberto y Silvia que además subieron otra vez arriba para bajar mi coche.
Fueron 35 minutos (podrían haber sido muchos más de no ser por el percance de Juan) del típico vuelo de la muela, con subidas y bajadas en función de la intensidad del viento y con alguna térmica débil al separarte de la ladera.

martes, 28 de septiembre de 2010

Sábado 25 de septiembre de 2010. Arcones

Vuelo 20.

Quedé con David en la campa de Arcones a las dos de la tarde, en Madrid el día estaba despejado y templado, pero nada más pasar el puerto de Somosierra se veían unas buenas calles de cúmulos que se desplazaban a buen ritmo empujadas por viento del norte.
Recogí a David en la campa y nos subimos al despegue, allí nos encontramos con Alfredo que se bajaba pues se había olvidado los sables en casa, solo estaba montando Luis y había un parapentista haciendo intentos de inflado aunque el viento parecía un poco pasado para parapentes, en esos momentos estaría en unos 35 km/h, de hecho al rato desistió y se marchó. Poco después aparecieron Valín y Andres.
El día estaba un poco desapacible pues el viento soplaba con fuerza y además era bastante frío y yo me había subido en manga corta. Monté todo lo rápido que pude y despegué sin problemas con la ayuda de Valín y David.
El vuelo era bastante turbulento aunque mejoraba según iba ganando altura, las nubes chupaban bastante por todos lados pero a medida que ascendía iba pasando cada vez más frío, así que tras veinte o veinticinco minutos de vuelo me fui al aterrizaje.

En el aterrizaje había un buen viento de noreste, aproximé bien y con velocidad extra en previsión de que hubiera gradiente de viento pero tardé demasiado en subir las manos a los montantes y acabé aterrizando de rodillas.
En cuanto aterrice me llamó David diciéndome que no encontraba las llaves del coche, miré en mi bolsillo y... efectivamente me había bajado con las llaves en el bolsillo. Afortunadamente arriba estaba el coche de Luis así que se lo bajó y luego Luis me subió de nuevo a por el mío.
Arriba me encontré con Pablo, al que hacía tiempo que no veía, que había ido con toda la familia y estaba montando para darse un vuelo.
Fue un vuelo cortito debido al fallo de no ir bien preparado, está claro que ya ha entrado el otoño y hay que ir más abrigado.
Al día siguiente David volvió a Arcones con Villa para que le diera la suelta y lo consiguió, así que ya tenemos un nuevo piloto más.


lunes, 13 de septiembre de 2010

Viernes 10 de septiembre de 2010. Arcones

Vuelo 19

Salimos Juan y yo por la tarde hacia Arcones donde habíamos quedado con Alberto, tras chuparnos el atasco de rigor de la salida de viernes de Madrid.
Llegando a Arcones, desde la N-110 ya se veían tres alas y un parapente girando térmica sobre el despegue, no parecía que hiciese mucho viento así que la ladera no debía funcionar pero al menos todavía había actividad térmica, aunque por la hora que era ya y sabiendo que todavía teníamos que subir al despegue y montar empezamos a hacernos a la idea de un día flojito.
En la campa pasamos las alas al coche de Alberto y nos subimos hacia el despegue junto con Alfredo que iba a volar en parapente esa tarde y otro parapentista.
En el despegue , con viento bastante suave, estaba terminado de motar Atómico, poco después apareció Frantz, un piloto holandés de 73 años que ¡aún sigue volando! y además vuela una calva.


Según montábamos las condiciones iban aflojando cada vez más, Alberto despegó el primero tras una buena carrera y no tardó demasiado en empezar a hundirse. Yo estuve esperando un rato a ver si entraba una buena racha, pero nada, cada vez estaba más flojo, así que despegué con 5 ó 10 Kms/h y de nuevo me tiré a la barra demasiado pronto. Giré pronto para intentar aguantarme en la ladera pero no hubo manera, aunque al principio parecía que me mantenía, en realidad iba perdiendo altura poco a poco así que al final tuve que irme hacia la campa.
Mientras hacía la aproximación despegó Juan que también acabó hundiéndose. En el aterrizaje acabé como en los últimos vuelos cayendo al suelo en el último momento, viendo el vídeo después me di cuenta de que que justo al final, ya con el ala empujada y a punto de tocar con los pies en el suelo, se me escapó el montante derecho de la mano lo que hizo que me desequilibrara y acabara en el suelo.
Al poco aterrizó Juan contento con su nuevo arnés que estrenaba ese día, y contento de volver a volar pues llevaba varios meses sin hacerlo.


miércoles, 25 de agosto de 2010

Martes 24 de agosto de 2010. Arcones

Vuelo 18

Después de pasar unos días en Alicante volví a Madrid y llamé a Alberto para ir a volar, quedamos en la campa a las cinco para intentar un vuelo de tarde. También hablé con David, un piloto que está haciendo el cursillo con Jesús Villa y que me pidió que le avisase cuando fuésemos a volar.



Al llegar al despegué nos encontramos con Alfredo, Atómico y Javi que estaban terminando de montar, las condiciones parecían muy buenas y no tardaron en despegar, aunque al rato Javi y Atómico se hundieron y solo Alfredo se mantuvo en la ladera.
Mientras montábamos apareció también Fernando San Gregorio, yo tardé bastante en montar pues al tensar el ala se partió el cordino del que se tira y tuve que estar un buen rato haciendo un apaño para solucionarlo. Alberto despegó sin problemas y al rato ganó unos cien metros sobre el despegue, también despegó Fernando y subió en seguida, mientras tanto yo terminaba de montar.
Cuando pude al fin despegar el viento había bajado un poco de intensidad, por fin hice un buen despegue sin tirarme a la barra como en las ocasiones anteriores. Al acercarme a la ladera en la zona de las rocas encontré bastante turbulencia y me salí un poco hacia afuera para evitarla lo que hizo que ya no pudiera remontar, estuve rascando a media ladera un buen rato pero al final tuve que irme hacia el aterrizaje sin encontrar nada donde sujetarme en todo el vuelo.
El aterrizaje no fue malo aunque empujé un pelín pronto, lo que no tardo en recordarme un hijo de Alfredo que con solo cuatro o cinco años se acerco y me dijo: ¿por qué has caído de culo? yo creo que has empujado pronto
:-))
Fue una cagada directa al aterrizaje pero disfruté del día y del vuelo sobre todo por haber vuelto a a los despegues bien hechos.


sábado, 7 de agosto de 2010

Miercoles 4 de agosto de 2010. Arcones

Vuelo 17

Quedé en Arcones a las cinco y media para darnos un vuelo de tarde con Alberto y otro piloto de Salamanca (también Alberto) para el que iba a ser su estreno en Arcones, después de un año de sucesivos intentos fallidos.
El despegue estaba totalmente desierto cuando llegamos y había un buen viento de norte que presagiaba que tendríamos un buen vuelo, aunque Alberto (el salmantino) ya no se fiaba de nada después de sus decepciones anteriores.
Decidimos que despegaría primero Alberto y después yo ayudaría al salmantino. Despegó Alberto sin problemas y se enganchó a la ladera, después despegó el otro Alberto con una muy buena carrera, y comenzó a ganar altura, estaba claro que su primer día en Arcones y su primer vuelo de ladera iban a ser inolvidables para él.
Poco después despegue yo y como no, otra vez llevé el ala demasiado empujada, la ladera funcionaba bien aunque tampoco se ganaban demasiados metros sobre el despegue, excepto cuando se aprovechaban los restos de actividad térmica que aún quedaban, girando uno de estos alcancé mi techo del día, 450m sobre el despegué.
Fue un vuelo muy agradable, la típica termoladera de Arcones, acompañados de buitres en muchos momentos, estuve unos cinco minutos siguiendo a una rapaz pequeña (quizá un milano) que volaba frente a mi a unos quince metros, disfruté como un enano.
Los dos Albertos decidieron irse al aterrizaje y yo me quedé un rato más en la ladera. Llegué sobre el aterrizaje bastante alto, cuando aterrizaba Alberto que volvió a empujar muy pronto, después vi el aterrizaje del salmantino que desde arriba pareció bueno, pero acabó doblando un montante. Yo aterrice después de un tramo final extraño, se me descontroló un poco el ala, creo que rolo el viento y no estuve atento, aunque al final paré bien el ala aunque volví a caer de rodillas después de dos pasos, igual que en mi vuelo anterior.
Cuando desmontábamos apareció por la campa Paco Topo que estaba pasando unos días en Arcones con la familia y estuvimos charlando un rato con él. Alberto el salmantino estaba feliz de su estreno que acabamos celebrando en La Cerca con unas cervezas y una tortilla de patata.
Volví a fallar con la cámara de vídeo lo que me dio mucha rabia pues me hubiera gustado ver las imágenes con los buitres y el milano, así que solo tengo unas fotos que hizo Alberto con su móvil en la campa.


jueves, 5 de agosto de 2010

Domingo 1 de agosto de 2010. La Muela

Vuelo 16

Como la predicción era de sur, quedé con Alberto en ir a La Muela. Fui a su casa y desde allí salimos hacia la Muela en su coche.
Al llegar, el viento estaba un poco pasado, con rachas de 50km/h. Había un piloto de delta terminando de montar y varios parapentistas esperando a que amainase un poco el viento.
Tras esperar un rato el viento amainó un poco y el piloto que ya había montado despegó y se puso rápidamente muy por encima de La Muela. En ese momento llegó Carlos, un piloto amigo de Alberto que lleva mucho tiempo sin volar y que ahora quiere retomar los vuelos.
Nos pusimos a montar detrás del bar para protegernos del viento. Despegué el primero con unos 30Km/h ayudado por Carlos, un paso y en el aire. Cuando estaba cerrando el arnés noté que algo impedía el cierre de la cremallera, y al mirar me encontré con el CamelBak colgando entre las piernas, se me había olvidado cerrar la cremallera del compartimento interior del arnés y el CamelBak se había deslizado y había quedado colgando, así que lo metí entre las piernas y cerré el arnés.
La ladera funcionaba muy bien y con dos pasadas ya gané 100m sobre el despegue, al rato despegó Alberto y estuvimos unos cincuenta minutos disfrutando de la ladera para nosotros solos pues el día estaba un poco fuerte para los parapentes.
Yo pensaba aterrizar arriba pero Alberto prefirió irse abajo así que yo también me fui abajo para facilitar la recogida. En la campa de abajo como siempre el viento era nulo.
Al abrir el arnés para aterrizar el CamelBak volvió a quedar colgando hasta que se soltó definitivamente en el planeo final.
De nuevo me faltó un poco más de decisión en el empujón final y acabé cayendo de rodillas tras un par de pasos.


miércoles, 4 de agosto de 2010

Sábado 24 de julio de 2010. Arcones

Vuelo 15
Quedé en Arcones con Pablo García Abia que a su vez había quedado alli con José Luis (Procu).
Llegué pronto y aproveché para comer algo, en el despegue se veían muchísimos parapentes despegando pues había prueba de laliga centro, y estaban ganando altura girando térmicas, luego apareció José Luis y al rato llegó Pablo con Ana y las niñas.
Nos subimos todos al despegue en mi coche, y nos pusimos a montar pues las condiciones eran perfectas, además allí ya no quedaba ningún parapente. Iba a ser mi primer vuelo verdaderamente térmico pues eran las 3:30 y todo apuntaba a que habría actividad térmica.
Despegué el primero, como las últimas veces llevando el ala demasiado empujada y tirándome muy pronto a la barra de control. La ladera no funcionaba pero pronto empecé a girar la primera térmica que me puso por encima del despegue.
Todo el vuelo fueron una sucesión de térmicas cada vez más potentes, normalmente de +4 y +5 con picos de +7 y descendencias similares. Estaba en contacto con radio con Pablo y José Luis pero apenas hablé con ellos pues se me acumulaba el trabajo en los meneos de las térmicas como para soltar las manos de la barra de control para usar la radio, además estaba un poco harto de la radio pues la frecuencia que escogimos escuchábamos gente constantemente de palique, llegamos a oír a gente que estaba volando en Piedrahita.


Después de 50 minutos de vuelo empezaba a estar un poco cansado, más psicológica que físicamente, por los continuos meneos así que decidí irme al aterrizaje. Hice una buena aunque muy movida aproximación, apagando la radio antes para que no me desconcentrase, y entré con buena velocidad pero en el último momento me volvió a faltar decisión en el empuje y acabé con el barrigazo de rigor.
Una buena experiencia la de mi primer vuelo realmente térmico, aunque está claro que todavía me quedan horas de vuelo para acostumbrame, mientras desmontaba aterrizó Antonio Letón que decía que el día estaba buenísimo. Una hora después de aterrizar yo, aterrizaron Pablo y José Luis sin problemas.




viernes, 16 de julio de 2010

Sábado 10 de julio de 2010. Ager

El sábado decidimos no volar pues esa misma tarde nos volvíamos a Madrid, además Alberto todavía estaba algo dolorido de su aterrizaje del día anterior.
Como era la última manga del nacional suponíamos que pondrían una prueba corta con lo que pensamos que podríamos subir a ver los despegues y después acercarnos al gol a ver los aterrizajes, y cruzamos los dedos para que pusieran el gol en dirección a Lerida que así nos pillaría de camino a Madrid.
Pero no hubo suerte, al final colocaron el gol de Vilamitjana, en la zona de atrás donde menos nos convenía, pero de todas formas quedamos en ir al gol tras ver los despegues. Aunque el día parecía que iba a ser bueno, eligieron una prueba corta, de 64 kms, para tener tiempo después para preparar las clasificaciones y demás asuntos de la organización.
Vimos los primeros despegues y nos fuimos al gol para estar allí a tiempo y no perdernos las llegadas. Cuando llegamos al gol todavía no había nadie por allí, un rato después apareció Juaki diciendo que creía que Blay había pinchado.



Poco después apareció a lo lejos la primera silueta de un ala, era una rígida, la de Pablo Gómez Trenor, que fue el primero en llegar, unos minutos después apareció un grupo de seis o siete alas que venían directos a gol a toda pastilla, el primero para variar fue Primoz. Las llegadas eran espectaculares con las alas silbando a más de 100 km/h , especialmente bonita fue la llegada de Blay padre que venía planeando muy justito, de hecho aterrizó nada más cruzar la linea de gol.
Poco después oímos en la radio de Isa a Eneko diciendo que estaba a 6 kms de gol y que creía que llegaba, al rato apareció a lo lejos con altura de sobra para llegar. Al final tuvo un aterrizaje delicado ya que el ala le hizo el compás en el último momento, pero había conseguido ¡su cuarto gol! quedando el 15º en la clasificación del nacional, no está mal para llevar ¡solo dos años volando!
Después de felicitar a Eneko (que estaba un poco cabreado por el aterrizaje) e Isa nos despedimos y nos fuimos hacia Madrid. Llegamos a casa de Alberto a las doce de la noche y dejé allí mi ala pensando en volar pronto con él en Arcones.

jueves, 15 de julio de 2010

Viernes 9 de julio de 2010. Ager

Vuelo 14

Después de la paliza al sol del día anterior, el jueves decidimos subir al despegue más tarde, cuando empezase a volar la gente, además también pensamos en despegar nosotros antes pues en vista del turbulento vuelo del jueves, si íbamos a tener otra vez turbulencia al menos que fuese con actividad térmica que nos permitiera intentar remontar.
Aprovechamos la mañana para desayunar con calma, dar un paseo por el pueblo y acercarnos al desfiladero de Terradets, luego comimos pronto y subimos al despegue. Llegamos cuando ya había despegado bastante gente, parece que pensaban que el día iba a ser un poco mejor que el anterior, aunque tampoco como para tirar cohetes, y pusieron una prueba de 90 kms por la parte de atrás, en dirección a los Pirineos.
Cuando despegaron la mayoría de los pilotos nos pusimos a montar las alas y poco después comenzaron a llegar al despegue bastantes pilotos que la habían cagado, para hacer un refly. La verdad es que me dio un poco de grima esto de los reflys, ver como montan el ala a toda pastilla entre varios y oyendo al director de competición avisando del tiempo que queda para cerrar el despegue, no se, yo no volaría muy tranquilo habiendo montado en esas condiciones.
También aparecieron bastantes pilotos extranjeros que iban a volar para entrenar para el europeo que comenzaba el domingo.
En el despegue el viento estaba igual que el día anterior un poco cruzado del este, esta vez Alberto iba a despegar primero y estuvimos esperando un rato a que se encarase el viento y también dimos paso a alguno de los pilotos extranjeros a los que no les importaba despegar con el viento cruzado.
Alberto despegó muy bien, sin problemas. Después lo hice yo pero otra vez lleve el ala demasiado empujada e hice un despegue un poco justito, ¡a ver si soluciono esto de una vez!
La ladera tampoco funcionaba hoy o al menos ni Alberto ni yo fuimos capaces de engancharnos a ella así que nos fuimos hacia el valle. Al rato de volar por el valle el vario empezó a pitar y comencé a girar una buena térmica, vi a Alberto más abajo que también estaba girando ¡su primera térmica!




Después de un buen rato girando mientras derivábamos hacia el oeste me puse con 200 metros sobre el despegue y decidí volver a él a ver si ahora conseguía engancharme a la ladera, mientras tanto, Alberto seguía más bajo girando y derivando hacia Corça y el pantano.
Cuando llegué sobre el despegue la ladera funcionaba así que enfilé hacia el oeste para tratar de llegar hasta el final de la ladera, a Terradets. El vario fue pitando suavemente todo el camino y gane otros 200 mts sobre el despegue, el vuelo era suave y disfrutaba como un enano de las vistas del valle y del pantano de Camarasa al que me iba acercando poco a poco, y hacia el norte, al fondo, se veían preciosos los Pirineos. Además disfruté de la compañía de algún buitre durante un buen rato.
Al llegar a Terradets me di la vuelta y en ese momento oí por la radio a Alberto diciendo que iba a aterrizar, después oí a Silvia preguntándole si estaba bien así que supuse que había tenido un aterrizaje durillo. Como no quería hacerles esperar demasiado decidí irme también hacia la campa, ahora iba viento en cola y la ladera no me mantenía tanto. Hubo un momento en que pensé que no pasaba un punto en el que el segundo escalón gana altura y que me tendría que ir hacia el valle sin saber si llegaría al aterrizaje oficial, así que me puse a rascar la ladera hasta que el vario volvió a pitar y gane altura pasando sin problemas.
Llegué sobre la campa con mucha altura, prácticamente con la altura del despegue y además debía de haberse montado la restitución porque no conseguía bajar. Hice infinidad de giros, nunca en mi vida había girado tanto y llegué a pensar que acabaría mareándome, hasta que conseguí perder altura.
El viento estaba igual que el día anterior, hice la misma aproximación aunque esta vez fue más movidita, llegué bien al aterrizaje pero en el último momento me falto decisión en el empuje y acabé con un barrigazo. Esta vez fue un vuelo fantástico con el mal sabor de boca final del aterrizaje, justo al revés que el día anterior.
Desmontamos junto a alguna de las figuras mundiales que habían ido llegando al aterrizaje y nos fuimos al camping a por la cervecita de rigor, donde felicitamos a Eneko que había vuelto a hacer gol, ¡su tercer gol! Ese día volvió a ganar Primoz Gricar con Anton Struganov segundo y Ako tercero.

miércoles, 14 de julio de 2010

Jueves 8 de julio de 2010. Ager

Vuelo 13

Aprovechando la celebración del nacional en Áger del 1 al 9 de julio, decidimos ir algunos días para conocer el mundillo de la competición y darnos algún vuelete.
Salimos Alberto, Silvia y yo el día 7 después de comer con la intención de volver el sábado por la tarde. Tras seis horas de viaje llegamos a Áger y nos fuimos directos al camping para ver el segundo tiempo de la semifinal del mundial entre Alemania y España.
Nada más entrar en el camping nos encontramos con Xavi con el que estuvimos charlando mientras cenábamos viendo el partido, cuando acabó salimos fuera y estuvimos con Isa y Eneko que nos pusieron al día de la competición y del gran papel que estaba haciendo Eneko. Quedamos en vernos por la mañana para subir con ellos al despegue para ver la manga del día siguiente.
El jueves 8 por la mañana subimos al Coll d'Ares. El ambiente era espectacular con todo el mundo montando y esperando al briefing y a que decidieran el recorrido de la séptima manga del campeonato. Finalmente como las condiciones no parecían muy buenas pusieron una prueba corta de 67 Kms


Despegues de la 7ª manga

Estuvimos bastante tiempo viendo los despegues y como luchaban para ganar altura, el día parecía muy flojo, de hecho bastantes pilotos la cagaron muy pronto. Mientras tanto nos íbamos abrasando poco a poco pues hacía un calor de muerte. Al final cuando despegaron la mayoría de los pilotos teníamos tanto calor que decidimos bajarnos a comer al pueblo y darnos una ducha antes de volver al despegue.
Después de la comida y la duchita nos fuimos a reconocer la campa de aterrizaje que me pareció buena, aunque había que tener cuidado con dos lineas de cables, una en el extremo sur y otra en el extremo oeste. En ese momento había viento de sureste así que planeamos una aproximación por la esquina noroeste de la campa junto a la granja, por el único punto libre de cables.
Volvimos a subir al despegue que ahora estaba desierto, ¡menudo cambio en comparación con el ambientazo de por la mañana! Mientras montábamos las alas nos llamó Xavi diciéndonos que ya había aterrizado y que se iba a la campa a esperarnos y vernos aterrizar.
En cuanto montamos, nos dispusimos a despegar con un buen viento de unos 25 km/h que estaba algo cruzado del este, así que tuvimos que esperar un rato a una racha bien encarada. Despegué yo primero y me fui hacia la izquierda para intentar aprovechar la ladera, pero esta no funcionaba así que un poco después me fui hacia el valle. Nada más sobrepasar el segundo escalón la cosa empezó a ponerse muy movida, había mucha turbulencia, era como si estuviese volando en una olla de agua hirviendo, pequeños pelotazos por todos lados pero que no servían para aguantarse, tan pronto subía a +2 como caía a -3, el vuelo discurrió así con continuos botes hasta el aterrizaje ¡menos mal que habíamos despegado tarde para asegurarnos un vuelo tranquilo!


Mi vuelo

Xavi nos avisó por radio de que en el aterrizaje el viento estaba del sur-sureste así que hicimos la aproximación que teníamos planeada. Entré con buena velocidad y hice un aterrizaje perfecto, poco después entró Alberto y también clavó el aterrizaje al menos nos quedábamos con buen sabor de boca después de un vuelo tan guarro.
En cuanto desmontamos no fuimos al camping a por una cervecita bien fría y a enterarnos de como había ido la manga del día que finalmente ganó Primoz Gricar con Blay (Jnr) segundo y Marc Utrillo tercero, Eneko pinchó a unos 30 kms del gol.


lunes, 7 de junio de 2010

Jueves 3 de junio de 2010. Arcones

Vuelo 12

De nuevo la predicción para volar en Arcones era muy buena. Había quedado con Alberto en Arcones que a su vez había quedado también con Luis que intentaría hacer su primer vuelo allí.

Pasé a recoger a Juan en su casa después de comer y tras cargar las alas nos fuimos hacia Arcones.
De camino me mandó un sms Pablo García Abia diciéndome que el despegue estaba perfecto, así que empezó a entrarnos el gusanillo de la impaciencia a Juan y a mi. Al llegar a Arcones nos tomamos un café y nos fuimos a la campa a esperar a Alberto, Silvia y Luis. Al rato aparecieron Alberto y Silvia y nos dijeron que Luis se retrasaría así que Juan y yo nos fuimos al despegue para ir montando.

En el despegue las condiciones estaban perfectas como nos había anunciado Pablo, que por entonces ya estaba volando. Había poca gente en el despegue, solo algunos parapentistas esperando a que bajase algo el viento que en esos momentos sería de 35km/h. Antes de terminar de montar llegaron Alberto Silvia y Luis, y el viento estaba comenzando a subir de intensidad.

Cuando terminamos de montar el viento ya estaba un poco pasado con rachas de 50km/h así que nos pusimos a esperar a que amainase un poco. Mientras esperábamos Eneko habló por radio con Alberto y le dijo que se subía con Isabel al despegue para echarnos una mano, él se había pegado ya un vuelazo por la mañana de 3 ó 4 horas.

Hacia las ocho el viento empezó a aflojar un poco, pero quería esperar a que llegase Eneko para pedirle que me bajase el coche. En cuanto llegó le explique el funcionamiento del coche y me preparé para despegar. Despegué regular pues llevé el ala un poco empujada y luego tuve que picar en el aire para ganar velocidad.

Las condiciones eran fantásticas un viento de unos 30 -35km/h y totalmente laminar, la ladera funcionaba muy bien y con una suavidad alucinante. Me fui hasta el puerto de Navafría, a la vuelta a medio camino entre Navafría y el despegue vi a a Juan rascando en la ladera un poco bajo, estuvo pelenado un rato hasta que comenzó a ganar altura, que ya no perdería.



Despues de volar un rato por la zona del despegue junto a Alberto y Luis, que debía estar disfrutando de su estreno en Arcones como un enano, me fui hacia el aterrizaje pues el sol estaba ya muy bajo. Se notaba ya una buena restitución, llegué a la cantera con 150m de altura por encima del despegue, así que tuve que hacer bastantes giros para perder altura. Desde el aire vi el aterrizaje de Juan que nos dijo que no soplaba nada abajo, así que empecé a hacer una aproximación desde el sur, pero al rato nos dijo Eneko que estaba empezando a soplar una ligera brisa del sur, así que varié la aproximación y cruce la campa para aproximar desde el pueblo.

Hice una buena aproximación pero un pésimo aterrizaje, igual que la última vez no empujé al final y acabé aterrizando de nuevo de barriga. Luis aterrizó bastante bien con ligera brisa de cola y Alberto empujo muy pronto y acabó rompiendo un montante.

Terminamos de desmontar de noche y luego nos fuimos a tomar algo al pueblo donde saludé a Pablo García Abia y a Paco Topo que se habían pegado un vuelazo.

Otra horita más de vuelo en unas condiciones muy buenas. Para el siguiente tengo que concentrarme más en el aterrizaje entrando con más velocidad y empujando con decisión al final.


lunes, 31 de mayo de 2010

Sábado 29 de mayo de 2010. Arcones

Vuelo 11

¡Por fin conseguí estrenarme este año!

La predicción era perfecta para volar en Arcones, 14 km/h del noroeste, así que quedé con Alberto para estar en la campa sobre las cinco de la tarde.

Mientras montaba el ala yo solo en la baca del coche, se me desplazo y se me cayó al suelo, un percance más a añadir a la lista de los últimos desastres, así que el día no empezaba muy bien. Cuando volví a levantarla para colocarla de nuevo en la baca noté como había algo que rodaba por la funda, como si hubiera una pieza rota, así que salí hacia Arcones algo decepcionado pensando en que me tocaba nueva revisión del ala y que probablemente vería frustrado otra vez mi primer vuelo del año.

De camino a Arcones por la N-110 ya vi algún parapente y algún ala en el aire y en el despegue se distinguían algunas alas montadas, buena señal, parecía que se iba a poder volar. En la campa había bastante ambiente con varias alas aterrizadas y muchos parapentes, parece ser que había una prueba de la liga centro de parapente. Allí estaban Alberto y Silvia esperándome.

Descargamos mi ala del coche y la montamos en el de Alberto y nos subimos al despegue.

Las condiciones arriba eran perfectas, unos 30-35km/h de viento bien encarado, había bastantes parapentes esperando a que amainara un poco para despegar y algunas alas. Nos encontramos con Isabel la novia de Eneko un piloto navarro que hizo el cursillo con Alberto y que acababa de llegar para pasar una semana volando. Isabel nos dijo que Eneko llevaba ya unas dos horas en el aire.

Mientras montábamos las alas el viento amainó un poco y despegaron bastantes parapentes. Tras revisar bien el ala comprobé que no tenía ningún daño, me puse el arnés y el resto del equipo y me dispuse a despegar. En ese momento habría unos 25-30km/h de viento bastante laminar, así que con sólo un par de pasos estaba en el aire.

Tras despegar me fui hacia Navafría, la ladera funcionaba bien, y sin ninguna turbulencia, la ascendencia no era demasiado fuerte pero poco a poco iba ganando altura aunque nunca superé los 200m sobre el despegue. Avisé a Alberto por radio de lo bien que estaban las condiciones para que despegase.

Al rato despegó Alberto, perdió algo de altura pero luego consiguió mantenerse a media ladera, donde se mantuvo todo el vuelo. Disfruté como un enano escuchando los comentarios de Alberto durante el vuelo, estaba feliz como una perdiz y no paraba de agradecer a Silvia que le hubiese regalado el cursillo y constantemente comentada lo bien que lo estaba pasando. Estuve casi todo el vuelo siguiendo a Alberto desde bastante más arriba y también a Eneko que apareció por alli para ver el vuelo de Alberto.

Todo el vuelo discurrió igual, entre 100 y 200 metros por encima del despegue y disfrutando de las fantásticas vistas que había pues el día estaba muy limpio y con una preciosa luz del atardecer. Tras una hora y pico aproximadamente de vuelo empecé a tener un poco de frío así que le dije a Alberto que me iba hacia el aterrizaje, y el contestó que tambien tenía frío y que se bajaba, además el sol estaba ya bastante bajo y no queríamos tener que desmontar sin luz.

Al separarme de la ladera camino del aterrizaje noté como estaba empezando a funcionar la restitución, apenas se bajaba a unos -0,5m/s. Llegué al aterrizaje con mucha altura así que me fui hacia el pueblo para disfrutar de los ultimos monmentos del vuelo sobrevolandolo. Desde allí vi el aterrizaje de Alberto al que ayudó Eneko por la radio.

Después de un rato planeando sobre el pueblo volví hasta la cantera para perder altura, en el aterrizaje no había nada de viento. Hice la aproximación desde el norte y entré con buena velocidad pero en el último momento no empujé y... barrigazo al canto, afortunadamente el aterrizaje estaba perfecto, con una buena capita de hierba verde y sin los habituales cardos que hay en verano.


Una hora y media de vuelo resumida en un "timelapse" de cuatro minutos realizado con 2348 fotografías.

En la campa saludé a Eneko que se había pegado un vuelazo de 4 horas y a Alberto que tenía una sonrisa que no le cabía en la cara. Después de desmontar nos fuimos a celebrarlo con unas cañas al pueblo.

Fué un fantástico estreno de temorada que me hizo olvidar los ultimos fracasos. Una horita y media más de vuelo y un gran día con unas condiciones perfectas y muy buen ambiente.






jueves, 27 de mayo de 2010

Domingo 23 de mayo de 2010

Aunque la predicción no era buena, daban viento de sur, había quedado con Alberto en Arcones para ver si podíamos estrenarnos este año. El sábado también había estado de sur pero sabía que se había podido volar aprovechando las rachas térmicas, así que confiábamos en que el domingo tuviésemos esa suerte.

Quedé con Juan para recoger las alas y llegamos a Arcones hacia las tres, donde nos encontramos con Jesús Villa que había ido para dar la suelta a un piloto de Salamanca. Tras tomarnos un bocata rápido subimos al despegue. Allí estaban ya Alberto y Vicente, un piloto de Barcelona.

Al llegar el despegue el viento estaba bien encarado, aunque se notaba claramente que era viento térmico. Empezamos a montar y mientras lo hacíamos llegó Jesús con el piloto de Salamanca y otro piloto más.

En cuanto terminamos de montar llego Murphy en forma de viento de cola, así que tocó esperar. Aproveché para repasar bien el ala y comprobar que no tenía daños importantes después del incidente del último día. Al rato aparecieron tres parapentistas que desplegaron las velas y se pusieron también a esperar una racha encarada.

Tras un buen rato de espera comenzó a soplar de cara y los parapentes despegaron, Juan y yo fuimos rápidamente a colocarnos los arneses para poder despegar. Hubo un momento que tuve el ala bien nivelada y con buen viento pero no me decidía a despegar, seguramente me pesaban lo ocho meses pasados desde mi último vuelo. En ese momento se decidió Juan que despegó sin problemas tras una buena carrera, pero de repente comenzó a subir y a dejar el ala muy frita, se le empezó a caer el plano derecho y en vez de acelerar y corregir a la izquierda siguió apoyado en el lado derecho con lo que se metió en un giro contra la ladera. Afortunadamente en el último momento corrigió y salvó la situación, pero nos dejo a todos con un buen susto encima, además inmediatamente entró en una fuerte descendencia mientras se alejaba hacia la izquierda y perdió muchísima altura, le dije por radio que se fuese a la campa y estuvimos todo el vuelo temiendo que no llegase, aunque al final lo hizo sin problemas.


El vuelo de Juan


Después del susto del vuelo de Juan no tenía demasiado cuerpo para despegar, pero además el viento volvió a ponerse de atrás. Seguimos esperando toda la tarde pero ya no volvió a encararse, e incluso al final tuvimos que desmontar a toda prisa pues empezó a llover.

Otro fracaso más y van... creo que nunca había tenido una racha tan mala de intentos fallidos de vuelo. Espero poder romper esta racha el próximo fin de semana si el tiempo y la autoridad (Murphy) lo permiten.


domingo, 2 de mayo de 2010

Sábado 1 de mayo de 2010

Tercer intento de estrenar del año y tercer fracaso con odisea incluida.

Después de un invierno horroroso en el que no ha parado de llover un solo día ya tenía un mono por volar tremendo.

Lo había intentado dos veces, una en La muela de Alarilla, con Álvaro, un día que estuvo muy pasado de viento. Al menos ese día aprovechamos para montar su nueva y flamante Sport 2. El segundo intento fue en La Muela de Toledo, con Alberto, Luis y Jesús Villa otro día también de viento pasado.

El viernes la predicción nos daba esperanzas de volar en Arcones, 14 km/h del NO aunque había posibilidades de tormentas.

Quede con Juan a las doce de la mañana, Álvaro iría por su cuenta y Alberto pensaba llegar por la tarde, cuando Silvia acabase de trabajar.

Cuando estábamos llegando al local a recoger las alas recibí un mensaje de Álvaro diciendo que se había quedado sin coche y que no podría ir a volar, le llamamos y quedamos en pasar recogerlo. Cargamos en el coche el ala de Juan y la mía y fuimos a buscar a Álvaro.

Una vez cargadas las tres alas en el coche (¿demasiado peso para mi baca?) salimos hacia Arcones. Sobre la sierra se veían bastantes nubes y yo ya no tenía nada claro que pudiésemos volar pero Juan tenía muchas esperanzas (yo creo que más bien era el mono de volar) . Como sabía que Pablo García Abia estaba en Alarilla le llamamos para ver que condiciones tenían allí , nos dijo que estaba de norte y que parecía bastante flojo aunque él estaba todavía abajo pues había ido con un amigo que quería darse unas carreras por la campa antes de volar, como todo apuntaba a que si se podía volar en la Muela sería una cagada al aterrizaje, decidimos arriesgarnos y seguir hacia Arcones.

De camino y tras chuparnos el parón de rigor a la altura del circuito del Jarama, nos llamó Alberto para decirnos que en su casa estaba lloviendo y que se veían muchas nubes en la sierra y que le llamáramos cuando llegásemos a Arcones para decirle como estaba la cosa y no pegarse el viaje de balde en caso de que no se pudiese volar, algo que por otra parte cada vez estaba más claro.

Cuando circulábamos a la Altura de Buitrago veo como las alas empiezan a desplazarse, empiezo a frenar rápidamente pero con cuidado pues hay bastante tráfico y no quiero que el coche de detrás se nos eche encima, a la vez que freno cada vez más voy echándome al arcén. Las alas ya están giradas noventa grados (afortunadamente hacia el lado del arcén) y comienzan a inclinarse hacia el suelo apoyadas aún en la barra delantera ¡Parece que ha saltado la baca trasera! Ya casi cuando estamos parados, los extremos de las alas tocan el suelo y las arrastramos 3 ó 4 metros hasta que se detiene el coche del todo.


Una vez parados comenzamos a desmontar todo el tinglado y vemos que efectivamente la barra trasera ha saltado, pero además esta muy doblada y una de las cinchas se ha partido, ha debido de soportar un esfuerzo brutal. Tras apartar las alas Álvaro descubre que su ala tiene un agujero en la funda y que uno de los bordes de ataque en su unión con la nariz tiene un pequeño abollón y ha quedado limado por el arrastrón. Aunque la cosa no parece grave sacamos unas fotos con el movil para enviarselas a Juaki y que nos de su opinión. Después descubriríamos que tanto mi ala como la de Juan también habían sufrido las mismas consecuencias, en mi caso raspón y abollón en el borde de ataque en su unión con la nariz y limado de uno de los tornillos que hay en la pletina de unión de barra central y bordes de ataque. En el caso de Juan solo tenía un raspón en la vela en el extremo del borde de ataque.

Llamamos a Alberto para contarle la odisea y ver si se puede acercar a recogernos pues afortunadamente está bastante cerca, a unos 30kms. Mientras esperamos la recogida (nuestra primera recogida si haber hecho cross nunca) nos damos cuenta de que en el fondo hemos tenido mucha suerte pues en caso de haber salido volando las alas y con el tráfico que había... ¡no quiero ni pensar en las consecuencias que podría haber tenido el asunto!

Al rato apareció Alberto, montamos las alas en su coche y nos fuimos a su casa donde además nos invito a unas cervecitas ¡Un millón de gracias por todo Alberto!

Tras unos intentos inútiles de arreglar la barra que saltó, tuvimos que dejar las alas en casa de Alberto y volvernos a Madrid.

Lo dicho, tercer intento y tercer fracaso, creo que debería cambiar el título al blog y llamarlo diario de NO vuelos. Aunque nos queda el consuelo de que todo quedó únicamente en un susto pues pudo haber sido bastante peor.