"Cuando alguien, viendo la hermosura de este mundo y acordándose de la verdadera, toma alas y, una vez alado, deseando emprender el vuelo y no pudiendo, dirige sus miradas hacia arriba como un pájaro y descuida las cosas de esta tierra, se le acusa de estar loco"

Platón

lunes, 24 de agosto de 2009

Sábado 26 de septiembre de 2009. Alarilla

Vuelo 7

Después de dos intentos fallidos de volar, uno en Caudete (Albacete) en agosto y otro en Arcones a la vuelta de las vacaciones, quedé con Álvaro y Juan para intentar volar de nuevo. En principio pensamos ir a Arcones pero la predicción no estaba muy clara y en el último momento decidimos ir a La Muela pues sería más fácil asegurar un vuelo allí por tener más orientaciones volables.

Llegamos pronto a La Muela y las condiciones estaban flojísimas, algún parapente despegaba y se hundía inmediatamente. Yo me puse a montar el ala mientras Álvaro y Juan se iban a tomar una cervecita.

Mientras montaba despegó un parapentista principiante que había estado haciendo varios intentos de inflado, en ese momento las condiciones habían subido un poco y había otro parapente en el aire enganchado a la ladera aunque no muy alto. De repente el parapente del novato se plegó y empezó a caer, al poco vi que sus compañeros corrían ladera abajo y el parapente que estaba en el aire empezó a hacer giros bruscos para perder altura, supuse que lo había visto y pensaba aterrizar a su lado, me acerque al borde de la ladera para ver lo que había pasado. El novato estaba en medio de la ladera y el otro parapentista había aterrizado a su lado, en ese momento llegaron sus compañeros corriendo, todos empezábamos a temernos algo malo pero justo en ese momento vimos como el piloto accidentado se levantaba y respiramos tranquilos, al poco llegó arriba ¡totalmente ileso!

El día seguía flojísimo y para colmo sobre el sistema central había una banda de nubes que parecían indicar un típico día de confluencia y que nos habíamos equivocado en la elección (más tarde llegó un piloto que venía de Arcones y nos dijo que allí estaba de sur ¡menos mal!) Juan despegó y se hundió inmediatamente. Álvaro y yo decidimos seguir esperando a ver si entraba algún ciclo bueno pues ya habíamos decidido volar aunque solo fuera una cagada al aterrizaje.

Comenzaba a hacerse tarde y la cosa no mejoraba así que Álvaro despegó y parecía que se mantenía rascando en la ladera, me fui rápidamente para ponerme el arnés y aprovechar el ciclo, pero cuando llegué a la rampa Älvaro ya se había hundido.

Con la primera rachita que entró despegué, lo hice con el ala demasiado empujada y tuve que picarla bastante para que ganará velocidad casi rozando el final de la rampa. Tengo que tener más cuidado con estos despegues.

Me fui directamente al aterrizaje en el que entré con mucha velocidad y me comí media campa en el efecto suelo, empuje con decisión y clavé el aterrizaje, mi mejor aterrizaje sin duda. Cuando fui a ver el vuelo en la cámara de vídeo me di cuenta de que ¡como no! se me había olvidado ponerla en marcha.

Ver vuelo en Google Earth

Foto 1: Juan junto a su ala (mi antigua Synairgie Jean's)
Foto 2: Álvaro charlando con otro piloto
Foto 3: Mi flamante WW Sport 2



lunes, 3 de agosto de 2009

Sabado 1 y domingo 2 de agosto de 2009. La Muela y Arcones

Vuelo 6

A principios de semana contactó conmigo Álvaro, un piloto que hizo el cursillo con Jesús Villa y que sigue este blog habitualmente, (juas, parece que hay alguien que lee este bodrio) me dijo que podía volar el fin de semana y quedamos en hacerlo si hubiera condiciones. También hablé con Juan que aunque estaba en Galicia iba a venir el viernes a una entrevista de trabajo y se quedaría para intentar volar el fin de semana.

Decidimos ir a Arcones pues la previsión era buena para los dos días, pero el sábado mientras bajaba hacia Madrid desde Villalba, vi que estaban apareciendo unos fuertes desarrollos en la sierra y algunas tormentas, así que llamé a Álvaro y cambiamos de planes sobre la marcha y nos fuimos a La Muela.

En la muela nos encontramos con viento del oeste de entre 25 y 30 km/h así que empezamos a montar las alas pero inmediatamente subió la intensidad del viento con rachas de 50 Km/h hasta el punto que a mi me fue imposible montar el ala en esas condiciones. Juan y Álvaro montaron sus Synairgies en el suelo quedando a falta únicamente de levantarlas cuando las condiciones mejorasen.

Hacia las 8:45 amainó un poco el viento, Álvaro levantó su ala y se preparó para despegar mientras yo le ayudaba en los cables, despegó sin problemas y se enganchó a la ladera rápidamente, a continuación ayudé a despegar a Juan que también consiguió mantenerse en la ladera, era la primera vez que lo lograba.

Me puse a montar mi ala y al poco vi que Juan entraba a aterrizar arriba, comenzó a bajar bastante vertical pues había viento fuerte hasta que a unos 10 metros del suelo, seguramente debido al gradiente, empezó a bajar mu rápido, en ese momento en vez de picar para ganar velocidad horizontal cometió el error de empujar dejando el ala frita y cayendo sobre el plano izquierdo, el viento además le volteo el ala quedando patas arriba. Fui corriendo para ver como estaba y ayudarle a levantarse, afortunadamente no se hizo nada, únicamente dobló un montante, pero lo dobló tanto que nos fue imposible desmontar el triangulo y tuvimos que volver con él montado fuera de la funda del ala.

Tras ayudar a Juan vi que ya no me iba a dar tiempo a volar pues el sol se estaba poniendo y me iba a quedar sin luz, en ese momento entró a aterrizar Álvaro y aproveché para grabar el aterrizaje, también se fue bastante atrás pero acabó aterrizando sin problemas.



Después de desmontar las alas, ya muy tarde como siempre, quedamos en ir al día siguiente a Arcones, yo me llevé a Villalba mi ala y la de Álvaro y Juan y Álvaro se volvieron a Madrid con el ala de Juan para que este intentara sustituir el montante doblado por la mañana, pero cuando llegué a Villalba me di cuenta de que Juan se había dejado sus montantes de repuesto en mi coche.

El domingo la predicción daba 11km/h del NO en Arcones, perfecto.

Quedamos en el aterrizaje a las 16,30h pues Juan tenía que emplear la mañana en desmontar el triangulo de su ala, después tendría que sustituir el montante doblado una vez que llegase a Arcones.

Llegue el primero y en el aterrizaje estuve hablando con Piro, un piloto de Villalba que llevaba seis años sin volar y que estaba retomando otra vez los vuelos, nos dimos los teléfonos y quedamos en llamarnos cuando fuésemos a volar.

En el despegue se veía algún ala y varios parapentes, cuando llegamos arriba las condiciones parecían buenas, unos 20km/h del NO. Mientras montábamos el viento cambió varias veces siempre aflojando su intensidad.

Juan no pudo montar su ala pues los montantes que tenía eran de distinto diámetro así que tuvo que volver a plegar y bajarse en coche un poco desanimado.

Álvaro montó el primero y despegó sin problemas, aunque tuvo algún meneillo por algo de turbulencia nada más despegar, mientras parecía que ganaba altura rápidamente me volví a seguir montando mi ala y en ese momento oí el silbido de un ala cerca, me di la vuelta y vi que era Álvaro que venía directo hacía la ladera, yo no entendía nada, incluso llevaba un pié fuera del arnés, afortunadamente al final consiguió girar y separarse de la ladera, después me contó que se le descontroló el ala y que se fue contra la pendiente, supongo que llevaría el ala demasiado frita.

Terminé de montar y me dispuse a despegar justo cuando unos parapentes habían desplegado delante de mi y llevaban un par de intentos de despegue fallidos pues el viento en ese momento había aflojado bastante. Uno de ellos me preguntó que si iba a salir yo y le dije que si, así que se aparto un poco y me dejó sitio para el despegue. Con la primera racha que entró empecé a correr y tras cuatro o cinco pasos estaba en el aire, enseguida me di cuenta de que había despegado en un ciclo muy flojo pues estaba perdiendo bastante altura, me fui hacia Navafría pero la ladera no funcionaba, tras perder 100m de altura decidí salirme fuera y al rato comenzó a pitar el vario y fui girando una térmica débil pero que me hizo recuperar la altura del despegue. Me quedé un rato por la zona del despegue, pero la cosa seguía muy floja, térmicas rotas y débiles.



Seguí así durante un rato sin pasar nunca de los 90m sobre el despegue. Al rato entré en una descendencia muy fuerte -3m/s que me hizo perder bastante altura y me fui al aterrizaje, llegué con altura de sobra y decidí hacer la aproximación aeronáutica pues siempre hago la aproximación a base de ochos. En el tramo final entré con mucha velocidad por lo que el ala planeó bastante. Acabé empujando un poco pronto así que el ala subió unos dos metros, mantuve el ala empujada y parachutó sin problemas tocando primero la quilla (lo que hizo que se soltara la batería de la cámara de vídeo) pero no sufrió ningún daño.

No fue un gran vuelo, 30 min, pero disfruté mucho del día y sobre todo me gusto mucho la aproximación y el aterrizaje que hice.