"Cuando alguien, viendo la hermosura de este mundo y acordándose de la verdadera, toma alas y, una vez alado, deseando emprender el vuelo y no pudiendo, dirige sus miradas hacia arriba como un pájaro y descuida las cosas de esta tierra, se le acusa de estar loco"

Platón

miércoles, 4 de agosto de 2010

Sábado 24 de julio de 2010. Arcones

Vuelo 15
Quedé en Arcones con Pablo García Abia que a su vez había quedado alli con José Luis (Procu).
Llegué pronto y aproveché para comer algo, en el despegue se veían muchísimos parapentes despegando pues había prueba de laliga centro, y estaban ganando altura girando térmicas, luego apareció José Luis y al rato llegó Pablo con Ana y las niñas.
Nos subimos todos al despegue en mi coche, y nos pusimos a montar pues las condiciones eran perfectas, además allí ya no quedaba ningún parapente. Iba a ser mi primer vuelo verdaderamente térmico pues eran las 3:30 y todo apuntaba a que habría actividad térmica.
Despegué el primero, como las últimas veces llevando el ala demasiado empujada y tirándome muy pronto a la barra de control. La ladera no funcionaba pero pronto empecé a girar la primera térmica que me puso por encima del despegue.
Todo el vuelo fueron una sucesión de térmicas cada vez más potentes, normalmente de +4 y +5 con picos de +7 y descendencias similares. Estaba en contacto con radio con Pablo y José Luis pero apenas hablé con ellos pues se me acumulaba el trabajo en los meneos de las térmicas como para soltar las manos de la barra de control para usar la radio, además estaba un poco harto de la radio pues la frecuencia que escogimos escuchábamos gente constantemente de palique, llegamos a oír a gente que estaba volando en Piedrahita.


Después de 50 minutos de vuelo empezaba a estar un poco cansado, más psicológica que físicamente, por los continuos meneos así que decidí irme al aterrizaje. Hice una buena aunque muy movida aproximación, apagando la radio antes para que no me desconcentrase, y entré con buena velocidad pero en el último momento me volvió a faltar decisión en el empuje y acabé con el barrigazo de rigor.
Una buena experiencia la de mi primer vuelo realmente térmico, aunque está claro que todavía me quedan horas de vuelo para acostumbrame, mientras desmontaba aterrizó Antonio Letón que decía que el día estaba buenísimo. Una hora después de aterrizar yo, aterrizaron Pablo y José Luis sin problemas.




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