"Cuando alguien, viendo la hermosura de este mundo y acordándose de la verdadera, toma alas y, una vez alado, deseando emprender el vuelo y no pudiendo, dirige sus miradas hacia arriba como un pájaro y descuida las cosas de esta tierra, se le acusa de estar loco"

Platón

domingo, 7 de noviembre de 2010

Sábado 6 de noviembre de 2010. Arcones

Vuelo 23
Nunca imaginé que en pleno noviembre fuésemos a disfrutar de un día de vuelo tan fantástico como el que íbamos a tener este día, este otoño parece que esta siendo bastante suave, sobre todo si lo comparamos con el horrible otoño-invierno de la temporada pasada.
El viernes me llamo Pablo para decirme que había quedado con Procu, al que le había dado un ataque agudo madrugador, a las 9:15 en el local para gran "alegría" de las hijas de Pablo, le dije que me apuntaba pero que iría más tarde pues estaba en Villalba, entonces Pablo se ofreció a llevarme mi ala lo que le agradecí infinitamente pues me evitaba el madrugón y bastantes kilómetros de más. También hablé con Alberto y David que habían quedado en Arcones a la una de la tarde.
Llegué a Arcones hacia las 11 y allí estaban ya Procu y Pablo con Ana y las niñas, poco después llegaron Antonio y Carlos y nos subimos al despegue.

El despegue, igual que la última vez, estaba tomado por los parapentistas así que nos pusimos a montar en el extremo oeste, a la altura de las rocas. Poco después llegaron Alberto y David con Silvia y Marta y muchos otros pilotos como Coci, Gabi, Valín, Carlos Puñet... las condiciones estaban perfectas y todo apuntaba a un día disfrutón . Acabé de montar y me puse a esperar a que se despejara el despegue, pues estaba muy encajonado entre muchas alas, y además no quería despegar en ese punto pues no me fiaba del rotor que podían estar formando las rocas, Carlos se dispuso a despegar allí mismo y le pregunté al Procu si no podía encontrase con el rotor despegando allí, pero no le dio mucha importancia. Nada más despegar Carlos empezó a pegar bandazos, lo que me confirmó mi idea de que la zona estaba rotorizada, poco después despegó Pablo, no vi su despegue pero el Procu que lo vio me dijo que se iba a despegar a la zona buena y que yo hiciese lo mismo, algo que ya tenía claro desde el principio. Por lo visto Pablo tuvo un despegue bastante durillo.
Tras desplazarme a la zona fuera de la influencia de las rocas, despegué sin problemas, la ladera funcionaba bien aunque tampoco se subía demasiado sobre la cuerda. Me fui directamente hacia Navafría, en el camino Pablo me dio una pasada por abajo que me mostró la diferencia de velocidad entre mi Sport 2 y su Discus. El día estaba espectacular, sin turbulencia y con una luz preciosa, por toda la ladera te ibas cruzando con parapentes, alas, buitres y hasta dos planeadores.

Llegando a Navafría me costó superar el último pico que hay antes de que la cuerda empiece a bajar hacia el puerto, justo delante de ese pico hay una pequeña vaguada donde me hundía, así que me di la vuelta varias veces para recuperar altura. En una de esas me crucé con Valín y decidí seguirlo para que me facilitase el camino, al llegar al punto de la descendencia Valín se abrió un poquito más hacia el valle y pasó sin problemas y yo detrás de él.
Así discurrió la mañana, recorrí el tramo de ladera entre el despegue y Navafría unas tres veces, aprovechando para hacer pruebas con el ala, picando a tope en algunos tramos, practicando pérdidas etc. Volé algunos ratos junto a Pablo y otros con David y con Valín y disfruté como un enano.
A la hora y media de vuelo empece a tener frío y me fui hacia la campa. Allí había algo de viento del oeste lo que me facilitaría el aterrizaje pues media campa estaba tomada por parapentistas haciendo prácticas con las velas. Hice una buena aproximación y un aterrizaje decente.
En el aterrizaje estaba todo el mundo contentísimo con sus vuelos, todos disfrutamos un montón y sobre todo David que en su tercer vuelo en Arcones se pegó un laderón de hora y media.Al igual que el último día la única nota discordante la pusieron algunos parapentistas que invadían la zona de aterrizaje, alguno incluso llegó a enfadarse después de que le llamaran la atención tras provocar que Pablo tuviera que empujar fuerte en el último momento para no chocar con él.
Fue uno de los vuelos que más he disfrutado, más que por las condiciones, por el ambiente y la compañía, todo un lujazo. Finalmente quiero dar mil gracias al Procu y a Pablo que me trajeron y se llevaron de vuelta el ala.