"Cuando alguien, viendo la hermosura de este mundo y acordándose de la verdadera, toma alas y, una vez alado, deseando emprender el vuelo y no pudiendo, dirige sus miradas hacia arriba como un pájaro y descuida las cosas de esta tierra, se le acusa de estar loco"

Platón

miércoles, 25 de agosto de 2010

Martes 24 de agosto de 2010. Arcones

Vuelo 18

Después de pasar unos días en Alicante volví a Madrid y llamé a Alberto para ir a volar, quedamos en la campa a las cinco para intentar un vuelo de tarde. También hablé con David, un piloto que está haciendo el cursillo con Jesús Villa y que me pidió que le avisase cuando fuésemos a volar.



Al llegar al despegué nos encontramos con Alfredo, Atómico y Javi que estaban terminando de montar, las condiciones parecían muy buenas y no tardaron en despegar, aunque al rato Javi y Atómico se hundieron y solo Alfredo se mantuvo en la ladera.
Mientras montábamos apareció también Fernando San Gregorio, yo tardé bastante en montar pues al tensar el ala se partió el cordino del que se tira y tuve que estar un buen rato haciendo un apaño para solucionarlo. Alberto despegó sin problemas y al rato ganó unos cien metros sobre el despegue, también despegó Fernando y subió en seguida, mientras tanto yo terminaba de montar.
Cuando pude al fin despegar el viento había bajado un poco de intensidad, por fin hice un buen despegue sin tirarme a la barra como en las ocasiones anteriores. Al acercarme a la ladera en la zona de las rocas encontré bastante turbulencia y me salí un poco hacia afuera para evitarla lo que hizo que ya no pudiera remontar, estuve rascando a media ladera un buen rato pero al final tuve que irme hacia el aterrizaje sin encontrar nada donde sujetarme en todo el vuelo.
El aterrizaje no fue malo aunque empujé un pelín pronto, lo que no tardo en recordarme un hijo de Alfredo que con solo cuatro o cinco años se acerco y me dijo: ¿por qué has caído de culo? yo creo que has empujado pronto
:-))
Fue una cagada directa al aterrizaje pero disfruté del día y del vuelo sobre todo por haber vuelto a a los despegues bien hechos.


sábado, 7 de agosto de 2010

Miercoles 4 de agosto de 2010. Arcones

Vuelo 17

Quedé en Arcones a las cinco y media para darnos un vuelo de tarde con Alberto y otro piloto de Salamanca (también Alberto) para el que iba a ser su estreno en Arcones, después de un año de sucesivos intentos fallidos.
El despegue estaba totalmente desierto cuando llegamos y había un buen viento de norte que presagiaba que tendríamos un buen vuelo, aunque Alberto (el salmantino) ya no se fiaba de nada después de sus decepciones anteriores.
Decidimos que despegaría primero Alberto y después yo ayudaría al salmantino. Despegó Alberto sin problemas y se enganchó a la ladera, después despegó el otro Alberto con una muy buena carrera, y comenzó a ganar altura, estaba claro que su primer día en Arcones y su primer vuelo de ladera iban a ser inolvidables para él.
Poco después despegue yo y como no, otra vez llevé el ala demasiado empujada, la ladera funcionaba bien aunque tampoco se ganaban demasiados metros sobre el despegue, excepto cuando se aprovechaban los restos de actividad térmica que aún quedaban, girando uno de estos alcancé mi techo del día, 450m sobre el despegué.
Fue un vuelo muy agradable, la típica termoladera de Arcones, acompañados de buitres en muchos momentos, estuve unos cinco minutos siguiendo a una rapaz pequeña (quizá un milano) que volaba frente a mi a unos quince metros, disfruté como un enano.
Los dos Albertos decidieron irse al aterrizaje y yo me quedé un rato más en la ladera. Llegué sobre el aterrizaje bastante alto, cuando aterrizaba Alberto que volvió a empujar muy pronto, después vi el aterrizaje del salmantino que desde arriba pareció bueno, pero acabó doblando un montante. Yo aterrice después de un tramo final extraño, se me descontroló un poco el ala, creo que rolo el viento y no estuve atento, aunque al final paré bien el ala aunque volví a caer de rodillas después de dos pasos, igual que en mi vuelo anterior.
Cuando desmontábamos apareció por la campa Paco Topo que estaba pasando unos días en Arcones con la familia y estuvimos charlando un rato con él. Alberto el salmantino estaba feliz de su estreno que acabamos celebrando en La Cerca con unas cervezas y una tortilla de patata.
Volví a fallar con la cámara de vídeo lo que me dio mucha rabia pues me hubiera gustado ver las imágenes con los buitres y el milano, así que solo tengo unas fotos que hizo Alberto con su móvil en la campa.


jueves, 5 de agosto de 2010

Domingo 1 de agosto de 2010. La Muela

Vuelo 16

Como la predicción era de sur, quedé con Alberto en ir a La Muela. Fui a su casa y desde allí salimos hacia la Muela en su coche.
Al llegar, el viento estaba un poco pasado, con rachas de 50km/h. Había un piloto de delta terminando de montar y varios parapentistas esperando a que amainase un poco el viento.
Tras esperar un rato el viento amainó un poco y el piloto que ya había montado despegó y se puso rápidamente muy por encima de La Muela. En ese momento llegó Carlos, un piloto amigo de Alberto que lleva mucho tiempo sin volar y que ahora quiere retomar los vuelos.
Nos pusimos a montar detrás del bar para protegernos del viento. Despegué el primero con unos 30Km/h ayudado por Carlos, un paso y en el aire. Cuando estaba cerrando el arnés noté que algo impedía el cierre de la cremallera, y al mirar me encontré con el CamelBak colgando entre las piernas, se me había olvidado cerrar la cremallera del compartimento interior del arnés y el CamelBak se había deslizado y había quedado colgando, así que lo metí entre las piernas y cerré el arnés.
La ladera funcionaba muy bien y con dos pasadas ya gané 100m sobre el despegue, al rato despegó Alberto y estuvimos unos cincuenta minutos disfrutando de la ladera para nosotros solos pues el día estaba un poco fuerte para los parapentes.
Yo pensaba aterrizar arriba pero Alberto prefirió irse abajo así que yo también me fui abajo para facilitar la recogida. En la campa de abajo como siempre el viento era nulo.
Al abrir el arnés para aterrizar el CamelBak volvió a quedar colgando hasta que se soltó definitivamente en el planeo final.
De nuevo me faltó un poco más de decisión en el empujón final y acabé cayendo de rodillas tras un par de pasos.


miércoles, 4 de agosto de 2010

Sábado 24 de julio de 2010. Arcones

Vuelo 15
Quedé en Arcones con Pablo García Abia que a su vez había quedado alli con José Luis (Procu).
Llegué pronto y aproveché para comer algo, en el despegue se veían muchísimos parapentes despegando pues había prueba de laliga centro, y estaban ganando altura girando térmicas, luego apareció José Luis y al rato llegó Pablo con Ana y las niñas.
Nos subimos todos al despegue en mi coche, y nos pusimos a montar pues las condiciones eran perfectas, además allí ya no quedaba ningún parapente. Iba a ser mi primer vuelo verdaderamente térmico pues eran las 3:30 y todo apuntaba a que habría actividad térmica.
Despegué el primero, como las últimas veces llevando el ala demasiado empujada y tirándome muy pronto a la barra de control. La ladera no funcionaba pero pronto empecé a girar la primera térmica que me puso por encima del despegue.
Todo el vuelo fueron una sucesión de térmicas cada vez más potentes, normalmente de +4 y +5 con picos de +7 y descendencias similares. Estaba en contacto con radio con Pablo y José Luis pero apenas hablé con ellos pues se me acumulaba el trabajo en los meneos de las térmicas como para soltar las manos de la barra de control para usar la radio, además estaba un poco harto de la radio pues la frecuencia que escogimos escuchábamos gente constantemente de palique, llegamos a oír a gente que estaba volando en Piedrahita.


Después de 50 minutos de vuelo empezaba a estar un poco cansado, más psicológica que físicamente, por los continuos meneos así que decidí irme al aterrizaje. Hice una buena aunque muy movida aproximación, apagando la radio antes para que no me desconcentrase, y entré con buena velocidad pero en el último momento me volvió a faltar decisión en el empuje y acabé con el barrigazo de rigor.
Una buena experiencia la de mi primer vuelo realmente térmico, aunque está claro que todavía me quedan horas de vuelo para acostumbrame, mientras desmontaba aterrizó Antonio Letón que decía que el día estaba buenísimo. Una hora después de aterrizar yo, aterrizaron Pablo y José Luis sin problemas.