"Cuando alguien, viendo la hermosura de este mundo y acordándose de la verdadera, toma alas y, una vez alado, deseando emprender el vuelo y no pudiendo, dirige sus miradas hacia arriba como un pájaro y descuida las cosas de esta tierra, se le acusa de estar loco"

Platón

jueves, 28 de agosto de 2014

Miércoles 27 de agosto de 2014. Arcones

Vuelo 70

Algo más de una hora de vuelo térmico sin más historias que una muy buena compañía. Subimos Luis, Carlos (Parapen), Carlos Crespo, Alfredo, Procu, Pablo y yo y un poco más tarde subió Sandra.

Buen despegue desde la zona de arriba, despegue este que nunca me ha gustado, y buen aterrizaje.



domingo, 10 de agosto de 2014

Viernes 8 de agosto de 2014. Piedrahita

Vuelo 69.

El día no prometía mucho, había una capa de cirros que impedían una buena insolación del valle. Morini y Armando decidieron no subir así que al final nos subimos al despegue Pablo, Javi (Yunquera), Carlos Lucas, Ana y yo. Mientras subíamos vimos algún parapente despegar y bajar muy rápido.



Descargamos las alas y empezamos a montar, yo sin mucha convicción. Había un grupo de parapentistas ingleses que empezaron a recoger y se marcharon pues Steve Ham les había dicho que estaba muy turbulento.

Al final tras muchas dudas decidí montar, estando ya allí mejor bajar volando que en coche. Tuvimos que esperar un rato a una buena racha encarada pues el viento estaba muy cruzado de la izquierda. Me mentalicé para hacer un buen despegue, no como el desastroso del día anterior, y lo conseguí.



El vuelo no tuvo misterio fue casi un planeo, bastante movidito, directo a la escombrera excepto por una térmica intermedia con la que me puse a 2.400 m.

Aterrizamos Carlos Pablo y yo en la escombrera y Javi aterrizó en Villafranca, en la misma campa en la que había tomado yo el día anterior.

Aunque el vuelo fue muy corto me quedé con muy buen sabor de boca por el simple hecho de haber volado (después de las dudas iniciales) y por haber hecho un buen despegue y un buen aterrizaje.

sábado, 9 de agosto de 2014

Jueves 7 de agosto de 2014. Piedrahita

Vuelo 68.

Subimos Armando, Pablo, Javier (Morini) y yo, además de Ana y las niñas y en el despegue nos encontramos a Manolo Gómez de Pablos y Mani montando para intentar pegarse un vuelo directo a Arcones (153 kms).

El día tenía muy buena pinta, había una buena convergencia y viento un poco cruzado del oeste, así que Pablo propuso el intentar llegar también a Arcones. Yo sabía que para mi era prácticamente imposible pero desde luego el día era perfecto por lo menos para intentarlo, teniendo además de guías a Armando y Pablo, aún así me puse un primer objetivo mucho más modesto, cruzar el puerto de Villatoro y luego ya se vería. 

Mani y Manolo despegaron antes y pronto les perdimos de vista. Cuando estuvimos listos despegó primero Pablo y un rato después lo hice yo seguido de Armando. Hice un despegue desastroso saliendo con el ala empujada y tirándome a la piscina.



Yo encontré pronto una buena térmica a la que se unió Armando bastante más bajo, pero no tardó mucho en superarme, está claro ¡el que sabe, sabe!

Fui derivando con la térmica por la cuerda pero no acababa de centrarla bien y viendo que Pablo y Armando se escapaban la abandoné confiando en encontrar algo más adelante. Poco después empecé a girar otra térmica que abandoné otra vez demasiado pronto, a 2.300m, para seguir a Armando y Pablo.

Justo antes del valle del río Corneja encontré otra ascendencia que otra vez dejé con 2.300m y está vez mi impaciencia hizo que me quedase sin cruzar el puerto. Si hubiese aguantado en esa térmica hasta ganar más altura creo que habría pasado el puerto sin problemas pero volví a abandonarla pensando que que se me iban a escapar, lanzándome hacia el puerto sabiendo que no tenía altura pero esperando que sonase la flauta y encontrase algo más adelante. Pero la flauta no sonó y tuve que darme la vuelta poco antes de Casas del Puerto para aterrizar en una campa a la que había echado el ojo antes, en el cruce de la N-110 con la carretera de Villafranca. Luego me enteré de que es la campa habitual para aterrizar cuando no se pasa el puerto.

No tardó Ana en venir a recogerme y como estaba convencido de que Armando y Pablo llegaban a Arcones le dije a Ana que le acercaba a Piedrahita y después yo me iba a hacer las recogidas.

Cuando estaba llegando al puerto de Villatoro me llegó el mensaje con la posición de Armando aterrizado en Ávila y ya cerca de allí oí por la radio a Pablo diciendo que iba a aterrizar en La Torre así que imaginé que al llegar a Ávila habían decidido intentar volver a Piedrahita, lo que me confirmó Armando cuando lo recogí. De vuelta recogimos a Pablo a la altura de Muñana. Allí me enteré de que al final Maní había aterrizado también en Ávila, lo que no supimos fue si su padre logró llegar o no a Arcones.

En resumen un vuelo que me supo a poco pues pude haber hecho mucho más, pero me sirvió para aprender mucho y concienciarme sobre todo de que tengo que tener mucha más paciencia en las térmicas, algo en lo que también me insistió mucho Armando.











Doarama
doarama.com


lunes, 4 de agosto de 2014

Miércoles 23 de julio de 2014. Valderredible

Vuelo 67

Coincidiendo con unos días de vacaciones con la familia en Cantabría aproveché para quedar con Pepe, pues sabía que esos días estaba dando cursillos, para ir a conocer la zona de Valderredible. Como el tenía su furgoneta completa con los cursillistas y el scooter para los remontes, me dio el contacto de Luis, un piloto de Suances que también quería volar esos días, para que fuésemos juntos.



Quedé con Luis en Torrelavega y nos fuimos a Valderredible en donde ya estaba Pepe dando el cursillo en la campa de aterrizaje que hay delante del despegue. Luis y yo nos acercamos al despegue a montar y esperar a que hubiese condiciones para volar. Algo más tarde llegó Diego, un piloto de Burgos al que conocí en Arangoiti en el Girando Térmicas.




Después de escuchar los consejos de Pepe, despegué sin problemas. Estuvimos poco más de una hora en el aire disfrutando del espectacular valle de Valderredible y de la compañía de los buitres. Aterrizamos arriba con bastante viento, estilo Harrier, algo que todavía no había hecho nunca.

Una zona muy bonita de la que me llevo un buen recuerdo y a la que espero volver.