"Cuando alguien, viendo la hermosura de este mundo y acordándose de la verdadera, toma alas y, una vez alado, deseando emprender el vuelo y no pudiendo, dirige sus miradas hacia arriba como un pájaro y descuida las cosas de esta tierra, se le acusa de estar loco"

Platón

martes, 16 de agosto de 2011

Lunes 15 de agosto de 2011. Arcones

Vuelo 28

Llegamos Álvaro y yo sobre las 14:30 a Arcones y comimos algo antes de subir al despegue en el que se veían tres o cuatro alas montadas. Cuando llegamos arriba nos encontramos con Alberto, David, Alfredo y Fernando San Gregorio, además Eneko acababa de despegar. Nos dijeron que había estado muy flojo toda la mañana y que hasta ese momento no habían tenido oportunidad de despegar.



Mientras montábamos Eneko nos obsequió con un par de pasaditas y Fernando despegó también. Les costó ganar altura, tuvieron que remontar juntos en una térmica desde bastante abajo y luego se marcharon. Eneko nos dijo por la radio que el día estaba bastante guarro así que decidimos esperar.
Sobre las 5 se preparó para despegar Alfredo que tuvo que esperar bastante pues el viento estaba muy cruzado del oeste. Estuvo peleando por mantenerse bastante rato pero al final acabo dirigiéndose a la campa. Alberto decidió esperar a que subiera Fernando para dar un vuelo en tándem a Silvia y volar con ellos.
Yo también tuve que esperar un buen rato a que entrara una racha bien encarada, una vez en el aire estuve intentando mantenerme por la zona de las rocas y gané algo de altura sobre el despegue pero después decidí ir hacia el este a unas rocas que se ven en la cuerda rodeadas por el bosque pensando en encontrar alli alguna térmica, pero lo único que encontré fue una fuerte descendencia que me hizo perder mucha altura y me obligó a irme a la campa. La aproximación estuvo movidita y al final entré con el viento bastante cruzado lo que me hizo decidir en el último momento aterrizar con las ruedas pues me dio miedo que al empujar se me levantara un plano e hiciera el compás.
Fernando se pegó un buen vuelo de unas tres horas y David y Álvaro también lograron mantenerse en la ladera. David estaba haciendo su segundo vuelo con su nueva ala, una Laminar, y clavó el aterrizaje.

viernes, 5 de agosto de 2011

Lunes 1 de agosto de 2011. Arangoiti

Vuelo 27

Como este día Patxiku empezaba el cursillo intensivo, aprovechamos la mañana para dar un paseo por el pueblo y subimos a conocer los despegues de la Higa de Monreal.
Cuando volvió Patxiku estuvimos viendo la previsión meteo (el día estaba claramente de sur) hablamos con José y Ritxar y se apuntaron a subir a Arangoiti, también se apuntó Carles (un cursillista catalán que empezó ese día su cursillo) con su mujer y su hijo pequeño y así podrían bajarse la furgoneta de Patxiku.
Al acercarnos a Lumbier nos explicaron como debíamos hacer para llegar al aterrizaje de los hangares evitando el sotavento de la sierra y nos comentaron la situación de algunos aterrizajes alternativos.
Subimos al despegue sur inferior y allí nos mostraron la situación del aterrizaje de Yesa por si no nos aguantásemos en la ladera, la verdad es que no me apetecía demasiado aterrizar allí.
Ritxar fue el primero en despegar (tras abortar un primer intento) y ganó altura sin problemas, después despegó José y tras él lo hice yo. Me costó un poco nivelar los planos ( luego Patxiku me dijo que tenía el ala a pulso y que debería apoyarla más en los hombros) pero en cuanto lo conseguí despegué fácilmente. Desde el aire vi el despegue de Álvaro, un poco justo pues volvió a tirarse a la piscina.
El vuelo fue un verdadero disfrute, una termoladera perfecta, de una suavidad increíble y con un paisaje impresionante. Se subía por todos lados incluso en algunas térmicas suaves que se centraban sin dificultad.



Además estuvimos acompañados en todo momento tanto por los pilotos locales como por una gran cantidad de buitres. Por la radio nos fueron guiando lo que daba muchísima confianza, la pena es que a mi se me estropeó el micrófono y solo podía escuchar, no podía emitir. Recorrimos la ladera entera hasta el vértice geodésico y allí nos dimos la vuelta. Pudimos comprobar la gran diferencia de planeo de las calvas respecto a nuestras alas con palito, ellos iban y venían a su antojo mientras nosotros manteníamos el rumbo.
En el último tramo Ritxar me acompañó hasta el aterrizaje en el que había bastante viento y yo empujé demasiado acabando sentado en el suelo.
Fue unos de los vuelos que más he disfrutado hasta ahora, tanto por las condiciones del mismo vuelo como por la compañía y la espectacularidad del paisaje. Un final de lujo para un viaje que espero que podamos repetir muchas más veces.





jueves, 4 de agosto de 2011

Domingo 31 de julio de 2011. Arangoiti.


Como Patxiku no tuvo cursillo ese día salimos un poco antes hacia Arangoiti. En Lumbier volvimos a recoger a Jose y a Javi y esta vez se unieron también Alicia y Ritxar, en total subimos al despegue en la furgoneta de Patxiku ocho personas y siete alas.
Subimos la despegue de las antenas pues el viento no estaba muy claro, el viento meteo era norte pero por el sur soplaba viento térmico y la veleta cambiaba constantemente. Tras un rato de espera decidimos bajar al despegue norte inferior.
Mientras montábamos las alas el viento se puso definitivamente de norte con tendencia a cruzarse del oeste.
Cuando Jose y Ritxar se prepararon para despegar el viento ya estaba muy cruzado y tuvieron que esperar bastante a que llegase una racha bien encarada. Despegaron y ganaron altura rápidamente. Luego nos preparamos Álvaro y yo, pero en ese momento el veinto se puso definitivamente del oeste.Esperamos bastante tiempo, a mi se me hizo eterno, y en la espera Javi decidió acarrear su ala ayudado por Alicia hasta el despegue oeste. Poco después Álvaro seguía el mismo camino ayudado por Patxiku y yo me quedé solo en el despegue norte (no me apetecía nada la caminata con el ala a cuestas) confiando en que una buena racha me permitiera despegar, pero no hubo manera.
Al rato volvió Patxiku y me dijo que Javi y Álvaro habían podido despegar aunque Álvaro acabó tirándose a la piscina. Volvimos a hacer un intento de despegue pero la cosa sequía muy cruzada

así que le dije a Patxiku que despegara él pues luego tenía que volver a subir para dar un vuelo en tándem. Después de despegar Patxiku ( con viento bastante cruzado) Alicia decidió desmontar y yo esperé un poco más hasta que decidí desmontar también, paré de desmontar un par de veces que el viento amagó con encararse pero solo fueron eso, amagos. Al poco de cerrar la funda de mi ala si que empezó a encararse el viento de verdad, Murphy no falla. Mientras tanto para colmo oíamos por la radio que estaban disfrutando de una buen laderón.

Un poco después volvieron Edurne y Patxiku con sus pasajeros para el vuelo tándem, y pudieron despegar con un viento bien encarado esta vez aunque ya bastante flojito.


miércoles, 3 de agosto de 2011

Sábado 30 de julio de 2011. Arangoiti

Vuelo 26

Llegamos Álvaro y yo el viernes por la noche a Monreal a casa de Patxiku y Edurne donde nos alojábamos.
A la mañana siguiente después de que Patxiku terminase de dar su cursillo nos subimos a Arangoiti recogiendo en Lumbier a Jose Azpilicueta y Javi. Aprovechamos para conocer el aterrizaje de los hangares donde nos explicaron las aproximaciones. Camino del despegue paramos a conocer "Bartolo" otro aterrizaje más cerca de la ladera en el que colocamos una cinta a modo de manga por si no pudiéramos llegar al aterrizaje de los hangares.
El día estaba de claramente de norte y montamos en el despegue inferior.

A veces estaba un poco fuerte y Javi tuvo que esperar un rato a una racha buena para despegar, después despegó José. Un poco más tarde cuando terminé de montar las condiciones eran ideales y despegue sin problemas siguiendo los consejos de Patxiku.
El despegue es precioso, con unas vistas espectaculares sobre la foz de Arbayún, tras despegar me fuí hacia el oeste ganando altura en la ladera y en seguida empecé a notar los primeros meneos de las térmicas que había. La verdad es que el día estuvo fuerte, giré térmicas de +6 pero no eran fáciles de centrar pues estaban algo rotas por el viento y muchas veces me escupían. Otras veces parecían como un muro y era incapaz de entrar en ellas, salía rebotado como si chocara con una pared.
Estuve en la ladera una hora y media más o menos y después me fui al aterriz
aje de los hangares, había bastante viento de norte y hice la aproximación sobre los cables como nos habían explicado. Nunca había aterrizado con tanto viento y me sorprendió la suavidad con la que llegué al suelo.
Fue un buen día, un poco fuerte para mi gusto (también se lo pareció a los pilotos locales) pero por otro lado quedamos encantados tanto Álvaro como yo por haber aguantado sin problemas.