"Cuando alguien, viendo la hermosura de este mundo y acordándose de la verdadera, toma alas y, una vez alado, deseando emprender el vuelo y no pudiendo, dirige sus miradas hacia arriba como un pájaro y descuida las cosas de esta tierra, se le acusa de estar loco"

Platón

lunes, 18 de octubre de 2010

Sábado 16 de Octubre de 2010. Arcones.

Vuelo 22

Me había hecho a la idea de que no volaría este fin de semana, pero la noche del viernes recibí un mensaje de Pablo diciéndome que iría a Arcones, lo que me hizo cambiar de planes rápidamente.
La predicción era perfecta 11km/h del norte y el día en Madrid era buenísimo, despejado y con una temperatura muy agradable, pero en Arcones nos encontramos con unas condiciones totalmente distintas, unos 8º de temperatura y nubes bajas que cubrían totalmente el despegue. Sin embargo había mucho ambiente pues había prueba de la liga centro de parapente, y lo mejor, que había también muchos pilotos de delta.
Para hacer tiempo mientras esperábamos a que levantasen las nubes estuvimos dando un paseo por el pueblo con Pablo, Antonio, Enrico y familias y aprovechamos para comer algo y charlar con los pilotos de ala delta que iban llegando, nunca había visto en Arcones tantas alas delta excepto en el nacional de 2005.
En cuanto vimos que se despejaba un poco el despegue nos subimos y nos lo encontramos totalmente tomado por los parapentes, en la zona de arriba había algunas alas montando pero como el viento tampoco era muy fuerte decidimos quedarnos a montar en una esquina del despegue inferior. Según montábamos fueron despegando los parapentes y dejando libre el despegue.




Al terminar de montar me di cuenta de que me había dejado el vario en casa así que me tocaría volar a sentimiento. Aunque el viento no era muy fuerte, la ladera parecía funcionar pues los parapentes la estaban utilizando y las alas que habían despegado también se estaban enganchando. Hice un buen despegue e intenté sujetarme en la ladera camino de Navafría, estuve un rato rascando a media ladera pero no conseguí ganar altura así que decidí salirme hacia el valle para intentar encontrar alguna térmica. Noté alguna pero sin el vario fui incapaz de centrarlas así que acabé yéndome al aterrizaje. Hice una buena aproximación y un mal aterrizaje, osea en mi linea habitual.
Desmonté y me puse a charlar con la gente y a disfrutar del buen ambiente mientras esperaba a que aterrizase Pablo que acabó pegándose un vuelo de dos horas. Al rato aterrizó Eneko, al que me había encontrado por la mañana, con las manos heladas pues la verdad es que hacía bastante frío.
La campa estaba atestada de pilotos y el gran ambiente solo lo rompieron algunos parapentistas que se dedicaron a plegar sus velas en medio de la campa, en el mismo punto en el que aterrizaban, hubo un parapente biplaza que se cruzo en el planeo final de una ala delta, lo que obligo piloto del ala a improvisar y estuvo a punto de hacerle aterrizar en los árboles del principio de la campa. Luego me contaron que en el despegue también hubo algún incidente con algún parapentista que se dedicó a dar pasadas delante de una ala lista para despegar.
En resumen un mal vuelo, en cuanto a duración, pero un día muy agradable por el gran ambiente. Espero que el otoño se siga portando bien y nos permita algunos vuelos más.

lunes, 4 de octubre de 2010

Viernes 1 de octubre de 2010. La Muela

Vuelo 21

Como la predicción era de viento sur, aunque nos hubiera gustado ir a Arcones, quedé con Juan y con Alberto para ir a La Muela para intentar asegurar un vuelo.
Al llegar había viento suave que fue subiendo de intensidad según íbamos montando. Allí estaban Gabi y Carlos terminado de montar y otros dos pilotos a los que no conozco.
Mientras montábamos despegó Carlos que ganó altura rápidamente aunque al rato bajó bastante el viento y se tuvo que ir a la campa a aterrizar, poco después despegó Gabi al que le pasó lo mismo pero en el último momento comenzó a roscar una térmica débil que le devolvió a la ladera donde volvía a soplar fuerte, así que estuvo bastante tiempo haciendo ladera hasta que aterrizó arriba.
Justo cuando yo terminaba de montar llegó Alberto y poco después apareció David aunque no se trajo el ala pues no tenía confianza para volar con tráfico.



Una vez que montó Alberto nos dispusimos a despegar, me costó más de lo habitual manejar el ala en el suelo, había bastante viento, luego me di cuenta de que no tenía nada de tensión en el ala y a lo mejor esto influyó. Despegué ayudado por Gabi sin dar un solo paso y enseguida me puse por encima del despegue.
Había bastante tráfico, parapentes y avioncitos de radiocontrol, aunque a mi no me molestaron demasiado pues estuve casi todo el tiempo por encima, pero Alberto se quejaba del tráfico y a la media hora más o menos se fue a aterrizar, Juan se había bajado un poco antes pues estaba incomodo porque no había podido cerrar la cremallera del arnés. Al rato oí que Alberto le preguntaba a Juan que si estaba bien, así que me imaginé un aterrizaje durillo. Poco después me dijeron que me bajara a aterrizar pues había que llevar a Juan a que le dieran puntos en la barbilla donde se había hecho una buena brecha.
La aproximación fue un poco movidita y entré con velocidad, al final me faltó un pelín más de fuerza al empujar, cuando ya tenía el ala prácticamente parada tropecé con el suelo y acabe dando un barrigazo.
Davíd se llevó a Juan a Madrid a que le cosieran y yo me quede a recoger mi ala y la de Juan con la ayuda de Alberto y Silvia que además subieron otra vez arriba para bajar mi coche.
Fueron 35 minutos (podrían haber sido muchos más de no ser por el percance de Juan) del típico vuelo de la muela, con subidas y bajadas en función de la intensidad del viento y con alguna térmica débil al separarte de la ladera.