"Cuando alguien, viendo la hermosura de este mundo y acordándose de la verdadera, toma alas y, una vez alado, deseando emprender el vuelo y no pudiendo, dirige sus miradas hacia arriba como un pájaro y descuida las cosas de esta tierra, se le acusa de estar loco"

Platón

lunes, 4 de octubre de 2010

Viernes 1 de octubre de 2010. La Muela

Vuelo 21

Como la predicción era de viento sur, aunque nos hubiera gustado ir a Arcones, quedé con Juan y con Alberto para ir a La Muela para intentar asegurar un vuelo.
Al llegar había viento suave que fue subiendo de intensidad según íbamos montando. Allí estaban Gabi y Carlos terminado de montar y otros dos pilotos a los que no conozco.
Mientras montábamos despegó Carlos que ganó altura rápidamente aunque al rato bajó bastante el viento y se tuvo que ir a la campa a aterrizar, poco después despegó Gabi al que le pasó lo mismo pero en el último momento comenzó a roscar una térmica débil que le devolvió a la ladera donde volvía a soplar fuerte, así que estuvo bastante tiempo haciendo ladera hasta que aterrizó arriba.
Justo cuando yo terminaba de montar llegó Alberto y poco después apareció David aunque no se trajo el ala pues no tenía confianza para volar con tráfico.



Una vez que montó Alberto nos dispusimos a despegar, me costó más de lo habitual manejar el ala en el suelo, había bastante viento, luego me di cuenta de que no tenía nada de tensión en el ala y a lo mejor esto influyó. Despegué ayudado por Gabi sin dar un solo paso y enseguida me puse por encima del despegue.
Había bastante tráfico, parapentes y avioncitos de radiocontrol, aunque a mi no me molestaron demasiado pues estuve casi todo el tiempo por encima, pero Alberto se quejaba del tráfico y a la media hora más o menos se fue a aterrizar, Juan se había bajado un poco antes pues estaba incomodo porque no había podido cerrar la cremallera del arnés. Al rato oí que Alberto le preguntaba a Juan que si estaba bien, así que me imaginé un aterrizaje durillo. Poco después me dijeron que me bajara a aterrizar pues había que llevar a Juan a que le dieran puntos en la barbilla donde se había hecho una buena brecha.
La aproximación fue un poco movidita y entré con velocidad, al final me faltó un pelín más de fuerza al empujar, cuando ya tenía el ala prácticamente parada tropecé con el suelo y acabe dando un barrigazo.
Davíd se llevó a Juan a Madrid a que le cosieran y yo me quede a recoger mi ala y la de Juan con la ayuda de Alberto y Silvia que además subieron otra vez arriba para bajar mi coche.
Fueron 35 minutos (podrían haber sido muchos más de no ser por el percance de Juan) del típico vuelo de la muela, con subidas y bajadas en función de la intensidad del viento y con alguna térmica débil al separarte de la ladera.

No hay comentarios: