"Cuando alguien, viendo la hermosura de este mundo y acordándose de la verdadera, toma alas y, una vez alado, deseando emprender el vuelo y no pudiendo, dirige sus miradas hacia arriba como un pájaro y descuida las cosas de esta tierra, se le acusa de estar loco"

Platón

lunes, 24 de febrero de 2014

Sábado 22 de febrero de 2014. Pedro Bernardo.

Vuelo 60

Otro día que nos sorprendió gratamente. Aunque la previsión no era mala, al llegar a Peter nos encontramos un día feucho y frío, con la nube prácticamente metida en el despegue y amenazando lluvia o nieve lo que nos hacía prever un vuelo balístico directo al aterrizaje.


El ambiente era fantástico para un día de invierno. Nos juntamos diez alas aunque al final sólo volamos nueve, pues a Julio se le olvidó la cola y la barra de control de su Combat.

Según montábamos se alternaban ratos soleados con otros muy cubiertos y fríos. Aprovechando uno de esos ratos soleados e que el viento se encaraba en el despegue empezamos a salir todos.

No conseguí subir por encima del despegue en ningún momento pero disfruté un montón de un vuelo muy peleado para  mantenerme en el aire durante una hora y cuarto. Se alternaban pequeñas térmicas con apoyos dinámicos en el morrete sur de la ladera.

En el aterrizaje, como últimamente estaba empujando tarde, me mentalicé para empujar antes. Pablo en el viaje hacia Peter me había comentado que al aterrizar contará hasta tres y en el uno empujara, pero me lo tomé demasiado al pie de la letra y empujé demasiado pronto y demasiado fuerte para el viento que había, aunque como la Sport 2 es una madre parachutó sin problemas. 

Un buen día de vuelo invernal mucho mejor de lo esperado.



miércoles, 5 de febrero de 2014

Domingo 2 de febrero de 2014. La Muela de Alarilla

Vuelo 59.






Primer vuelo del año. Un día que al principio no parecía nada bueno pero que al final me permitió un vuelete de 40 minutos, a ratos térmico y a ratos dinámico.

Lo mejor el estrenar el año y la buena compañía, coincidimos con Paco y su hijo Carlos, Sandra su padre Luis, Antonio Letón, Pablo, Charlie, Rafa, Javi y al final apareció Daniel Font, al que conocía a través de Facebook y finalmente pude conocer en persona.

Lo peor el aterrizaje, volví a comerme el suelo como ya viene siendo tradición en mi primer vuelo anual.