"Cuando alguien, viendo la hermosura de este mundo y acordándose de la verdadera, toma alas y, una vez alado, deseando emprender el vuelo y no pudiendo, dirige sus miradas hacia arriba como un pájaro y descuida las cosas de esta tierra, se le acusa de estar loco"

Platón

jueves, 4 de agosto de 2011

Domingo 31 de julio de 2011. Arangoiti.


Como Patxiku no tuvo cursillo ese día salimos un poco antes hacia Arangoiti. En Lumbier volvimos a recoger a Jose y a Javi y esta vez se unieron también Alicia y Ritxar, en total subimos al despegue en la furgoneta de Patxiku ocho personas y siete alas.
Subimos la despegue de las antenas pues el viento no estaba muy claro, el viento meteo era norte pero por el sur soplaba viento térmico y la veleta cambiaba constantemente. Tras un rato de espera decidimos bajar al despegue norte inferior.
Mientras montábamos las alas el viento se puso definitivamente de norte con tendencia a cruzarse del oeste.
Cuando Jose y Ritxar se prepararon para despegar el viento ya estaba muy cruzado y tuvieron que esperar bastante a que llegase una racha bien encarada. Despegaron y ganaron altura rápidamente. Luego nos preparamos Álvaro y yo, pero en ese momento el veinto se puso definitivamente del oeste.Esperamos bastante tiempo, a mi se me hizo eterno, y en la espera Javi decidió acarrear su ala ayudado por Alicia hasta el despegue oeste. Poco después Álvaro seguía el mismo camino ayudado por Patxiku y yo me quedé solo en el despegue norte (no me apetecía nada la caminata con el ala a cuestas) confiando en que una buena racha me permitiera despegar, pero no hubo manera.
Al rato volvió Patxiku y me dijo que Javi y Álvaro habían podido despegar aunque Álvaro acabó tirándose a la piscina. Volvimos a hacer un intento de despegue pero la cosa sequía muy cruzada

así que le dije a Patxiku que despegara él pues luego tenía que volver a subir para dar un vuelo en tándem. Después de despegar Patxiku ( con viento bastante cruzado) Alicia decidió desmontar y yo esperé un poco más hasta que decidí desmontar también, paré de desmontar un par de veces que el viento amagó con encararse pero solo fueron eso, amagos. Al poco de cerrar la funda de mi ala si que empezó a encararse el viento de verdad, Murphy no falla. Mientras tanto para colmo oíamos por la radio que estaban disfrutando de una buen laderón.

Un poco después volvieron Edurne y Patxiku con sus pasajeros para el vuelo tándem, y pudieron despegar con un viento bien encarado esta vez aunque ya bastante flojito.


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