Vuelo 53
Por la mañana fuimos con Patricia, Igancio y unos amigos a visitar la Cueva de los Enebralejos en Prádena. Una visita muy interesante y perfecta para hacer con niños, la cueva tiene interesantes formaciones y restos de enterramientos y algunas pinturas y grabados del 2.500 A.C. aprox. La visita dura unos 45 ó 50 minutos.
Después de comer en Arcones, recogí en la campa a Juan, Paco y Javi y nos subimos en mi coche al despegue. Poco antes de llegar vimos como acababa de despegar Carlos Lucas y había ganado mucha altura, parecía que el día estaba bueno.
Montamos en la parte de abajo aunque arriba estaban montando Luis, Sandra y el Coci. Al rato aparecieron Álvaro y Luis Alguacil.
El vuelo fue el típico de termoladera disfrutona, entre el despegue y Navafría. estuve casi un minuto volando detrás de un buitre a tan solo unos 10 metros, la rabia es que luego me di cuenta de que tenía la cámara de vídeo apagada y me perdí el tener grabado ese precioso momento.
Tras hora y media de vuelo me fui a la campa donde me esperaban Patricia, Ignacio y mis amigos que por fin pudieron verme aterrizar. La verdad es que fue un gustazo cuando nada más aterrizar llegó Ignacio corriendo para darme un beso.

Después de recoger nos subimos con Patricia e Ignacio al despegue a por mi coche. Ignacio disfrutó como un enano (nunca mejor dicho) pero Patricia no tanto pues tiene mucho vértigo :-)
Después de comer en Arcones, recogí en la campa a Juan, Paco y Javi y nos subimos en mi coche al despegue. Poco antes de llegar vimos como acababa de despegar Carlos Lucas y había ganado mucha altura, parecía que el día estaba bueno.
Montamos en la parte de abajo aunque arriba estaban montando Luis, Sandra y el Coci. Al rato aparecieron Álvaro y Luis Alguacil.
El vuelo fue el típico de termoladera disfrutona, entre el despegue y Navafría. estuve casi un minuto volando detrás de un buitre a tan solo unos 10 metros, la rabia es que luego me di cuenta de que tenía la cámara de vídeo apagada y me perdí el tener grabado ese precioso momento.
Tras hora y media de vuelo me fui a la campa donde me esperaban Patricia, Ignacio y mis amigos que por fin pudieron verme aterrizar. La verdad es que fue un gustazo cuando nada más aterrizar llegó Ignacio corriendo para darme un beso.

Después de recoger nos subimos con Patricia e Ignacio al despegue a por mi coche. Ignacio disfrutó como un enano (nunca mejor dicho) pero Patricia no tanto pues tiene mucho vértigo :-)
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